“Queremos estudiar, queremos estudiar”, fue el reclamo más escuchado hoy en la puerta de la casa de Cristina Kirchner en El Calafate, en lo que se convirtió en el primer cacerolazo contra la vicepresidenta en su lugar en el mundo. El reclamo fue encabezado por una agrupación de padres que pidió la vuelta a la presencialidad en Santa Cruz, provincia en la que el 90% de los estudiantes no volvieron a las aulas y cuyo ciclo lectivo empezó el 1° de marzo, solo de forma virtual.
Cristina Kirchner se encuentra en su casa de El Calafate desde el viernes y tiene previsto regresar a Buenos Aires, mañana lunes.
La manifestación pública de hoy estaba prevista desde hace varios días y fue convocada por la agrupación Padres Organizados Santa Cruz, que desde el año pasado reclama la reapertura de las escuelas. Hace dos semanas, se habían reunido frente a la residencia oficial de los gobernadores aquí en El Calafate, pero en ese momento la casa estaba vacía. La protesta de hoy se inició en el mismo lugar, pero en el camino surgió la propuesta de llegar hasta la casa de Cristina Kirchner, ubicada solo a cinco cuadras.
“No estamos pidiendo planes, ni dinero, ni obras, ni nada, solo estamos pidiendo que abran los colegios, no puedo creer que sea este el derecho de nuestros hijos el que estamos reclamando”, le dijo a La Nación Mariana Iozzi, una de las referentes locales de la Red Padres Organizados de Argentina, con dos hijas en edad escolar. Ella, junto a otros padres, agotaron todos los medios para pedirle a la gobernadora Alicia Kirchner que permita la presencialidad en Santa Cruz: enviaron notas, pidieron audiencias, se reunieron con funcionarios municipales y hasta hicieron una clase pública, pero nunca recibieron respuestas.
Cacerolazo frente a la casa de Cristina Kirchner en El Calafate
El gobierno de Santa Cruz dispuso para todas las localidades que se encuentran con transmisión comunitaria de virus Covid-19 que las clases sean en modo virtual, (hasta ahora hubo dos paros del gremio docente y fuertes problemas de conectividad en la mayoría de las ciudades). Dicha modalidad alcanza a las localidades más pobladas de la provincia: Río Gallegos, Caleta Olivia, El Calafate, Río Turbio, Pico Truncado, Perito Moreno, Puerto Deseado y Las Heras, respectivamente.
“Queremos estudiar”, “Queremos que abran las escuelas”, cantaban hoy los padres, y muchos niños también, acompañados de cacerolas y banderas. Una marcha numerosa para una ciudad como El Calafate, donde la gente es temerosa a expresarse ante el poder político.
La protesta se desarrolló sin incidentes, aunque los custodios que se encontraban frente al chalet de la vicepresidenta insinuaron a los manifestantes que no podían permanecer en el lugar. No obstante, la sugerencia fue ignorada por los padres, quienes durante varios minutos permanecieron en la vía pública para hacerse oír.