La bomba política que el sábado generó el anuncio de Cristina Kirchner sobre que sería candidata a vicepresidenta en una fórmula encabezada por Alberto Fernández trastocó definitivamente el escenario electoral de cara a los comicios de octubre. Y, entre otras cosas, fue inevitable la comparación histórica con lo que fue el gobierno de Héctor Cámpora en 1973, con Juan Domingo Perón en el ejercicio del poder real.
Este domingo, y luego de pasear a su perro Dylan, el exjefe de Gabinete kirchnerista dio una serie de definiciones en la puerta del edificio donde vive, en el barrio porteño de Puerto Madero, y se refirió a esa comparación.
“Ni Cristina es Perón ni yo soy Cámpora. Lo mejor sería que lo analicemos con otra sensatez. Hasta la semana pasada, era un tipo capaz de influir en Cristina y hacerla pasar por buena. Y ahora soy un títere. La verdad que no soy ni una cosa ni la otra”, expresó el precandidato a presidente.
Tras reiterar que no “esperaba” ser candidato y que solo se había propuesto “unir a todos”, Fernández aseguró que aceptó “para ayudar al proyecto”.
“Me llamó la atención, le pedí que lo piense ella porque era algo muy distinto a lo que venía planteándome. Pero a veces las cosas deben hacerse así. Ella me dio las explicaciones, era una forma de ver las cosas. Tengo un respeto enorme por Cristina, hemos tenido muchas diferencias y las seguimos teniendo, pero gracias a Dios pudimos reencontrarnos en el afecto más allá de esas diferencias”, explicó.
En otro tramo de la charla, el ex funcionario de Néstor Kirchner contó que recibió “muchos” llamados, pero al pasar dio un nombre que no pasa desapercibido: el de Martín Lousteau, el primer ministro de Economía de Cristina Kirchner pero hoy en la vereda opuesta del kirchnerismo. También mencionó a Martín Insaurralde (intendente de Lomas de Zamora) y Gabriel Katopodis (alcalde de San Martín).
Fernández dijo también que le gustaría “seguir haciendo la vida de siempre”, y hasta se animó a una comparación un tanto extraña: “A los argentinos les encantaba ver a Mujica seguir haciendo la vida que siempre hizo. Claramente tengo una vida bastante diferente a la de Mujica, aunque tenemos muchos pareceres en común”, sostuvo.
Reconocido hincha de Argentinos Juniors, el ahora precandidato presidencial también contó una situación relacionada con el fútbol que, aseguró, lo marcó.
“Cuando asumió Gorosito en Argentinos (Ndr: año 2007), me invitó a ver un entrenamiento. Le dije a Pipo que no quería ver jugar a Argentinos como lo venía haciendo con (Ricardo) Caruso Lombardi (el entonces técnico saliente). Pipo me dijo una cosa, y nunca se dio cuenta lo que influyó en mí. Me dijo: ‘Sabés lo que pasa Alberto, que si vos jugás bien al fútbol, tenés muchas más posibilidades de ganar. Si hacés las cosas bien, las posibilidades de que te vaya bien son mucho mayores’. Por eso, tenemos que empezar todos a hacer las cosas bien”, aseguró.
Alberto Fernández ratificó además las críticas que hizo en su momento Cristina cuando aún era presidenta, afirmó que “nunca” se desdijo y que esas críticas eran para que “el gobierno deje de hacer las cosas que estaba haciendo mal”. “Cuando me reencontré con Cristina, la actitud de ella es muy distinta a la que me encontré entonces“, afirmó.
El ex funcionario admitió además que es “esencial” que Cristina Kirchner lo acompañe en la fórmula y que no sabe “qué hubiera hecho” si le hubiesen ofrecido ser candidato sin la presencia de la ex presidenta en la boleta. Y volvió a recurrir al fútbol para reforzar esa idea: “Que Cristina esté conmigo es maravilloso, es como tener a Messi y yo ser el 9 que mete los goles”.
Sin embargo, rechazó que vaya a convertirse en un “títere” en caso de llegar al gobierno, y lo comparó con lo que se vivió durante la presidencia de Néstor Kirchner.
“En el día a día, yo lo viví. Decían que Néstor era un títere de Duhalde, pero el que gobernaba era Néstor. La verdad es que en un gobierno, el que toma las decisiones es el presidente. Ahora, yo no voy a prescindir de Cristina porque vale mucho. Y si tengo a alguien tan valioso, no voy a prescindir de ella”, aseveró.
Tras asegurar que a partir de ahora va a ser “más amigo que nunca” con la actual senadora, rechazó la posibilidad de que la ex presidenta sea condenada en el juicio por corrupción con la obra pública que comienza el próximo martes (“Sé de la honestidad de Cristina“), y dejó un pedido particular a la prensa.
“En este edificio vive mucha gente, no quiero arruinarle la vida a la gente. Soy respetuoso de mis vecinos. Vamos a hablar y después se van, vamos a dejar vivir tranquilos a la gente”, pidió.
JPE