La siesta transcurría sin mayores novedades en San Cayetano. Exequiel Gramajo, de 16 años, estaba parado en la esquina de Beruti y pasaje Belisario López. De pronto, dos jóvenes que circulaban en una moto, lo descubrieron. Pasaron por el lugar y se detuvieron. Uno de ellos se bajó y, sin decir nada, le efectuó un disparo en la nuca. La víctima del brutal ataque fue auxiliada por los vecinos y trasladada hasta el hospital Padilla, donde se encuentra en gravísimo estado.
“Son unos animales por cómo lo atacaron al chango. Dicen que lo hicieron arrodillar y le dispararon en la nuca. Después salieron a toda velocidad. Nadie hizo nada por temor a que le dispararan. La gente dice que estaban drogados, pero la verdad es que no sé. Lo más grave es que se produjo a plena luz del día, con la calle con mucha gente. ¡Había chicos que vieron todo!”, comentó espantado Luciano Herrera.
“Un taxista que había visto el hecho, lo cargó y se lo llevó al hospital Padilla. No sabemos quién es y cómo se encuentra. Pero no conozco a nadie que se haya salvado después de recibir un disparo en la nuca a menos de 20 centímetros”, indicó Mariano Jiménez.
Los familiares de Gramajo dijeron a la Policía que el presunto autor del hecho era conocido en el barrio como “Chino”. Personal de la seccional 4ª realizaba allanamientos la noche del sábado, para tratar de ubicar al sospechoso y al cómplice que conducía la motocicleta. Los testigos no supieron precisar cuál había sido el móvil del ataque.
Sin embargo, los investigadores descubrieron un dato que no es menor. En la madrugada del sábado se realizó una fiesta en el barrio. Al encuentro, que se realizaba violando las normas de aislamiento social, asistieron Gramajo y los dos atacantes. En medio de la reunión la víctima y el agresor protagonizaron una pelea por una de las chicas que también se encontraba allí. El “Chino” habría sufrido una fuerte golpiza y se fue del lugar prometiendo vengarse.
Según fuentes judiciales, en la pelea se habrían producido varios disparos de armas de fuego.
“No me parece que haya sido esa la razón del hecho. Estos chicos siempre andan en la mala, hacen cualquier cosa. Estamos cansados de que en este barrio pase lo mismo. Por cualquier cosa se agarran a los tiros”, explicó María del Carmen Fernández.
Lucía de Rodríguez agregó: “aquí nadie respeta a la vida. Por cualquier cosa se matan. Entre los chicos está de moda hacerse los pistoleros. Eso es muy grave porque algún día terminarán pagando inocentes que no tengan nada que ver en estas peleas. Vivimos con miedo”.
