En el kirchnerismo se la pasaron un año y medio predicando, retando a la gente, se pasaron un año y medio dando clases de ética, de moral, de vida, pero como son una casta moralmente superior hacen lo que quieren. Acá no hay hipocresía, lo que hay es cinismo y perversión, porque el cínico es el que disfruta provocando dolor, el perverso es el que goza con el dolor de los demás.
Alberto Fernández vivía retando a la sociedad. Apuntaba a la población con el dedo pero ahora nos terminamos enterando que por esas fechas el presidente estaba muy ocupado con reuniones sociales de otro tipo en Olivos. Evidentemente, la vida pública quedaba de costado. El ranking de las personas que más visitaron Olivos es increíble porque se trataba de modelos que entraban en plena pandemia.
Es decir, el comerciante no podía abrir su negocio, los chicos no podían ir a la escuela, si se salía a correr se era un criminal, un asesino si se criticaba la cuarentena. No se podía ni despedir a los muertos con mucho dolor, pero mientras tanto en Olivos había una asesoría atrás de otra por parte de modelos. Pero en Olivos pasaban cosas y la mayoría del periodismo lamentablemente estaba en silencio.
Éramos muy pocos, y hoy es un buen día para recordarlo, los que en ese momento decíamos que la cuarentena eterna era un abuso de poder, era un error sanitario, iba a terminar mal, la gente se iba a cansar y terminamos con 105 mil muertos y la economía destrozada, pero lo decíamos en ese momento. Ahora lo dicen todos. Desde el Gobierno nacional fueron absolutamente implacables con el que violaba la cuarentena más larga y más dañina del mundo.
Pero ellos tenían una cuarentena vip con permisos, con privilegios. Es por ello que el hipócrita es el estafador porque consagra una moral que no tiene y acá hay gente que vende una moral que no tiene. No era posible reunirse, pero ellos se reunían, no se podía comer asado, pero ellos se comían los mejores asados, el mejor lomo con la familia Moyano. Se esperaba el turno de la vacuna, ellos se vacunaban.
Y mientras tanto, esta pésima paupérrima administración de la pandemia ya dejó más de 105 mil muertos. Entonces no es para jugar el tema. Mientras tanto, Argentina es el país más poblado, con más contagios del mundo. Tenemos en nuestro país más casos per cápita que el Brasil de Bolsonaro por ejemplo. Que el Estados Unidos de Donald Trump en su momento antes de perder las elecciones.
Y eso que se hicieron desastres en esos países, al igual que en España, que en Colombia, que en Francia, en fin. A todas esas naciones, la Argentina las ha superado en cantidad de muertes per cápita. Mientras tanto, ahora la sociedad entera sabe que en la quinta de Olivos, sus integrantes la estaban usando como un verdadero cabaret de parte de un Gobierno nacional que sólo supo jugar con la salud de todos los argentinos.
