Juan Manzur busca contraatacar el asedio de un sector del gobierno que lo quiere fuera de la jefatura de gabinete y apuesta a convertirse en el armador de Alberto Fernández en el norte argentino.
El tucumano reunió este viernes a 10 gobernadores del “Norte Grande”, que le pidieron más subsidios al transporte y a la energía para sus provincias. Además, respaldaron la medida del Ministerio de Transporte, que le quita los subsidios a los colectivos porteños para repartir 13 mil millones de pesos entre las provincias.
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Manzur quiere ser el armador del albertismo en el NEA y el NOA y para eso le asegura al presidente el apoyo de siete de los gobernadores que estuvieron este viernes en Puerto Iguazú. Ellos son su reemplazo en Tucumán, Osvaldo Jaldo; el riojano Ricardo Quintela; el chaqueño Jorge Capitanich; el formoseño Gildo Insfrán; el catamarqueño Raúl Jalil; el santiagueño Gerardo Zamora y el misionero Oscar Herrera Ahuad.
El tucumano apuesta a esta liga de gobernadores como un polo de poder en el oficialismo para mostrar en 2023. En el propio albertismo reconocen que no sobran en la coalición gobernante cartas importantes que exhibir para negociar las listas, por eso el respaldo de siete gobernadores podría cotizar demasiado el año que viene.
Manzur sabe de las críticas de los ministerios de salud provinciales por el freno a los programas de la cartera nacional, abocada casi por completo a la vacunación contra el coronavirus. Por eso piensa en Sandra Tirado, la secretaria de Acceso a la Salud, como reemplazo de Vizzotti,
El jefe de Gabinete no sepultó su proyecto de “Juan 23”, aunque en el peronismo creen que es su manera de meterse en una posible fórmula como vice de Alberto, a sabiendas de que Cristina Kirchner intentaría ir como candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires.
Manzur enfrenta a varios sectores del Gobierno que lo quieren fuera del gabinete, como se filtró en los medios desde principios de año. Como adelantó LPO, el ala feminista liderada por Vilma Ibarra y Gabriela Cerruti, es uno de ellos.
El tucumano perdió una batalla importante este viernes con la firma de una resolución de Alberto para imponer la paridad de género en los nombramientos, una iniciativa que el presidente había anunciado el día después de designar a Manzur como jefe de Gabinete en septiembre y que había congelado hasta hoy. Esa disposición justamente nació por pedido del ala feminista que resistía el desembarco de Manzur, que desde entonces atravesó una estadía turbulenta y deslucida en Casa Rosada.
Pero Manzur aún se mantiene en su puesto y busca posicionarse no sólo como armador político sino como gestor. En ese sentido quiere quedarse con el control del Ministerio de Salud de Carla Vizzotti.
Manzur sabe de las críticas de los ministerios de salud provinciales por el freno a los programas de la cartera nacional, abocada casi por completo a la vacunación contra el coronavirus. Por eso piensa en Sandra Tirado, la secretaria de Acceso a la Salud, como reemplazo de Vizzotti,
Tirado responde al senador nacional Pablo Yedlin, un aliado importante de Manzur en Tucumán. El propio Yedlin que no tiene la mejor sintonía con Vizzoti es mencionado para reemplazarla. Pero el problema es que Manzur -que no tiene reelección en Tucumán- se hizo elegir en las últimas como suplente de Yedlin en el Senado, un lugar de reaseguro para el futuro del jefe de Gabinete, por eso anticipar su salida de la cámara alta lo obligaría a perder ese lugar o anticipar su salida de la Jefatura de Gabinete.