La fiscal Mónica García de Targa, que investiga el crimen de Luis Espinoza, el trabajador rural asesinado en un operativo policial en Tucumán, dijo que su investigación “tiene probado” que se trasladó el cuerpo hasta la comisaría de Monteagudo, lo que demostraría el intento de ocultar el hecho.
“La fiscalía tiene probado que el cuerpo de Espinoza fue trasladado hasta la comisaría de Monteagudo. Allí, cuatro personas luego lo llevan a más de 100 kilómetros de ese lugar, cruzan el límite con la provincia de Catamarca y arrojan el cuerpo al vacío”, señaló en diálogo con TN.
De esta forma se complica aún más la situación del comisario Rubén Montenegro. De hecho la madre de Espinoza, Gladys Herrera, dijo que este “le negó” haber detenido a su hijo. Además el peritaje determinó que la bala que terminó con la vida del trabajador rural partió del arma del policía José Morales.
La fiscal explicó que en la causa hay 11 personas detenidas, de las que “10 cumplieron roles activos” en el asesinato. “Vamos a pedir la prisión preventiva”, agregó. Si el juez da lugar a la solicitud, quedarán privados de su libertad mientras la instrucción sigue su curso.
Espinoza fue asesinado de un balazo durante un operativo policial en un festival de caballos cuadreros, en la ciudad de Simoca.
Respecto al rol de los dos civiles detenidos, la fiscal indicó: “Hubo nueve policías y dos civiles. Uno de estos presta un vehículo y trae elementos, como una bolsa, que habrían utilizado para colocar a la persona”.
García de Targa aclaró que “todos cumplieron roles” en la desaparición y asesinato de Espinoza. En este sentido, calificó de “gran despliegue” las tareas para ocultar las pruebas y evitar que el cuerpo sea hallado.
Además del presunto autor del disparo y el comisario se encuentran detenidos los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya, José Paz y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, el vigilador comunal Sergio Santillán y otros dos civil, uno de estos hermano de uno de los efectivos.