El Ministro de Economía Sergio Massa se reunió de manera virtual este jueves con su par de Finanzas egipcio Mohamed Maait con quien habló sobre mejorar los mecanismos de negociación con el Fondo Monetario Internacional, mientras el Gobierno argentino tiene todavía abierta una instancia de diálogo con el organismo. No es menor la relevancia del encuentro ya que Argentina y Egipto son los dos mayores deudores ante el FMI y concentran el 40% de los préstamos vigentes.
“Hablaron sobre cómo coordinar mejor las negociaciones y tener una voz común”, aseguraron fuentes oficiales.
Según informó el Palacio de Hacienda tras la reunión, que se realizó por Zoom, el contacto tuvo como objetivo “coordinar políticas en espacios multilaterales destinadas a promover el desarrollo inclusivo de países de ingresos medios, teniendo en cuenta los desafíos que presenta la nueva arquitectura financiera global”.
También participaron de la videollamada el viceministro de Finanzas de Egipto, Ahmed Kouchouk, y el asesor diplomático de Massa, Gustavo Martínez Pandiani. “Los ministros acordaron mandarle una nota Georgieva, e invitar a otros países que se quieran sumar, planteando la necesidad de la flexibilización del Fondo en estos casos de deudas importantes como las de ambos países. También, promoverán el intercambio entre ambos países sin usar dólares, con monedas compensadas; y firmar un memorándum de entendimiento de cooperación económico-financiera,para una estrategia común con los Brics y los organismos multilaterales, entre otros”, detalló Martínez Pandiani.
El peso que tienen los dos países como deudores del Fondo Monetario se puede graficar en números: mientras el organismo tiene en la actualidad créditos vigentes por poco menos de USD 150.000 millones, las dos naciones concentran el 40% de ese total, de acuerdo a los datos del FMI.
Tiene especial preponderancia la Argentina, ya que tiene unos USD 40.215 millones abiertos entre el préstamo y los repagos netos que ya hizo el país en los últimos meses. Egipto le sigue en ese ránking con USD 17.300 millones y completa el podio Ucrania con USD 12.600 millones. Más atrás también están Ecuador (USD 8.100 millones), Pakistán (USD 7.120 millones)y Colombia (casi USD 5.000 millones).
“La reunión fue muy productiva, ambos compartieron su mirada respecto a la sostenibilidad de la deuda, pasaron revista sobre el vínculo con el Fondo Monetario, los problemas son similares y las necesidades también. Quedaron en coordinar mejor su vínculo con el Fondo y tener una voz común entre los dos países y con otros con situaciones similares. Quedaron en trabajar en conjunto en temas del FMI y los BRICS”, indicaron a Infobae fuentes oficiales.
Egipto tuvo en enero un último acuerdo con el Fondo Monetario que sumó USD 3.000 millones más a la cartera que tiene el organismo con ese país africano. Los desembolsos desde Washington fueron acompañados por un paquete de medidas, como la puesta en marcha de un tipo de cambio flexible, una política monetaria de tasas más altas para combatir la inflación, un ajuste fiscal que reduzca las necesidades de financiamiento y la el peso de la deuda pública, y otras reformas estructurales.
Mientras el Fondo Monetario tiene en la actualidad créditos vigentes por poco menos de USD 150.000 millones, Argentina y Egipto concentran el 40% de ese total, de acuerdo a los datos del FMI.
En los últimos meses Egipto y el FMI tuvieron algunos chispazos sobre la política económica de ese país y la velocidad para la toma de decisiones en el marco del programa vigente. La directora gerente del organismo Kristalina Georgieva aseguró a mediados de abril, durante la cumbre de primavera del Fondo Monetario que Egipto debería “moderar los proyectos de inversión a largo plazo”.
La exigencia de un régimen cambiario flexible, que en Egipto fue leído como un pedido de devaluación, algo que de hecho sucedió con la libra egipcia a principio de año. Una depreciación mayor de la moneda local fue rechazada por el presidente de ese país Abdel Fattah al-Sisi, según información de Reuters. Algunos de los temas en la puja entre Egipto y el FMI se tocan de cerca con el caso argentino.
Otros temas en la agenda fueron la relación con el bloque de los BRICS y su banco de desarrollo, una entidad a la que la Argentina intentó acercarse en los últimos meses y que espera poder formalizar su trámite de ingreso como socio en las próximas semanas, junto con otro tipo de acciones de deuda sostenible, el uso de monedas alternativas para alentar el comercio –algo sobre lo que el Poder Ejecutivo nacional tiene especial interés ante la escasez de reservas y en el marco del aumento del uso de yuanes para las importaciones desde China– y el “el desarrollo de instrumentos para fortalecer el vínculo económico bilateral”.
“Tanto Egipto como la Argentina mantienen conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para consolidar programas que garanticen el sendero de estabilidad macroeconómica, sin descuidar el impulso al desarrollo local y el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas”, se destacó. En este sentido, resaltaron, hubo una coincidencia “en la necesidad de que los organismos internacionales de crédito tengan una política específica para países de renta media los cuales, en base al funcionamiento actual, quedan postergados en la distribución”.
Según aseguraron desde el Palacio de Hacienda, Egipto es uno de los principales socios de Argentina en África del Norte, el destino número 15 de las exportaciones locales y el sexto comprador de maíz argentino.
“Si bien los principales productos exportados son materias primas como maíz, harina y aceite, existe potencial de diversificar el intercambio comercial bilateral expandiéndose a otros sectores claves como el energético, en especial energías renovables, nuclear, biotecnológico y agroindustrial. Argentina y Egipto establecieron sus relaciones bilaterales en junio de 1947. Desde entonces, el vínculo se basa en el respeto mutuo y la cooperación a nivel político, económico, cultural, científico y técnico”, concluyeron.