Tal como hace cada semana, Hebe de Bonafini volvió a pronunciar un violento discurso en la Plaza de Mayo, en el que esta vez los exabruptos estuvieron dirigidos al fallecido fiscal Alberto Nisman.
El enojo de la dirigente se produjo por una supuesta intención mediática de tapar el crecimiento de la fórmula presidencial Fernández-Fernández con novedades vinculadas a la causa que investiga la muerte de Nisman.
“Ahora sacaron a Nisman, como ven que Cristina suma votos, salieron otra vez con las mismas cosas”, argumentó Bonafini. Al hacer mención a las noticias que había visto en la televisión, hizo alusión, sin nombrarlo, a Diego Lagomarsino, el asesor informático que le llevó al fiscal de la UFI AMIA el arma que terminó con su vida.
Según Bonafini, Lagomarsino es “un pobre muchacho”, un “pajarito gaucho”. Y sobre este, agregó: “Capaz que le prestó la pistola y apretó el gatillo, puede ser, uno no sabe, no sabe en que lo ayudó, porque parece que la pistola se la llevó de verdad”.
En esa línea, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo consideró que todo el caso “es una novelita de televisión” y cerró: “La verdad, Nisman, un pobre tipo, se tuvo que pegar un tiro porque no tenía otra salida. Ojalá muchos se peguen el tiro como hizo Nisman”.