David Lipton, el director interino del Fondo Monetario Internacional (FMI), admitió que la relación con la Argentina no pasa por el mejor momento. En una entrevista con Bloomberg Radio, en los Estados Unidos, Lipton sostuvo que el Fondo “trabaja para una eventual reanudación de la relación, la cual puede que tenga que esperar un rato“.
El funcionario estadounidense, que reemplazó interinamente a Christine Lagarde y que ocupa la dirección hasta que asuma Kristalina Georgieva el martes próximo, agregó: “La situación de la Argentina ahora mismo es extremadamente compleja“.
Argentina, dijo Lipton, tuvo “un shock basado en los resultados políticos de las primarias”. Y agregó: “En ese contexto, han tenido que tomar algunas medidas muy fuertes para tratar de calmar las cosas. Y creo que han calmado los mercados. Por lo tanto, nuestro trabajo en ese entorno es ayudarlos a atravesar este período y darles consejos. Trabajar también para una eventual reanudación de la relación, algún tipo de relación financiera con ellos, que puede tener que esperar un tiempo. Pero estamos en discusión”.
El funcionario sostuvo: “Estamos tratando de ayudar a Argentina a lidiar con una situación muy difícil y están trabajando duro para hacerlo”.
Las declaraciones de Lipton llegan un día después de su reunión en Nueva York con el presidente Mauricio Macri, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris. Lacunza y Sandleris almorzaban este mediodía en Washington con Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental del Fondo, y Roberto Cardarelli, jefe de la misión que audita las cuentas del país.
“Estamos listos para ayudar a cualquier lado que gane las elecciones presidenciales”, dijo ante la agencia de noticias financiera. “No es nuestro asunto tratar de adivinar el camino político hacia adelante, no podemos hacer eso”, continuó.
Por otra parte, el funcionario relativizó la implementación de controles cambiarios para estabilizar la situación financiera y la posibilidad de que surjan mercados paralelos. “Es algo que podemos monitorear”, comentó. “Hemos tratado con países que tienen mercados paralelos en muchas, muchas circunstancias. Ese no es un gran desafío “, agregó. “El problema más grande es cómo calmar el mercado y estabilizar la situación”.
La Argentina debió haber recibido la quinta misión técnica del Fondo para destrabar el desembolso de U$S5400 millones a mediados de septiembre, pero esa auditoría todavía no sucedió. Luego de las PASO, Werner y Cardarelli llegaron al país y se entrevistaron con funcionarios y con los candidatos a presidente Alberto Fernández -favorito para los comicios de octubre- y Roberto Lavagna.
Lacunza informó este martes que las reuniones técnicas continuarán en Washington el próximo 14 de octubre, pero sin indicios que anticipen que el Fondo se apresta a girar los U$S5400 millones previstos en el marco del acuerdo stand by por U$S57.000 millones.
El Gobierno insistió este martes con que, desde un punto de vista técnico, el país no se alejó de ninguna de las condiciones incluidas en el programa de asistencia vigente. “La Argentina cumplió con todos los compromisos en materia monetaria y fiscal, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, eso quedó claro en la reunión”, comentó Hernán Lacunza.
El tira y afloje por los U$S5400 millones estará enmarcado en distintas discusiones sobre las medidas económicas de las últimas semanas. Principalmente, las que tomó el Gobierno luego de las PASO para tratar de estabilizar los mercados y para aliviar los bolsillos por la aceleración inflacionaria que tuvo lugar por el salto brusco del tipo de cambio. Pero además habrá otras tres medidas sobre la mesa.