La Argentina registrará una recesión del 5,7% y una tasa de desempleo del 10,9% este año, según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se dieron a conocer hoy, en un contexto de fuerte caída de toda la economía mundial.
Según el informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, según su sigla en inglés), el país presentará el tercer peor resultado después de Venezuela (15%) y Ecuador (-6,3%).
La caída del PBI de la Argentina será superada solamente en la región por Venezuela y Ecuador, mientras que Paraguay mostrará el mejor panorama regional
La presentación del WEO representó hoy el primer acto de la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial desarrollada desde Washington en forma virtual, debido a la pandemia del coronavirus.
Para explicarlo hablaron los economistas Gita Gopinath Gian Maria Milesi-Ferretti y Malhar Shyam Nabar.
El informe incluye malos pronósticos para todo el mundo, al considerar que la pandemia provocará la peor crisis desde la Gran Depresión de 1929. Por esta razón, la economía global caerá el 3%, Estados Unidos el 5,9%, la Eurozona el 7,7%, Japón el 4,8% y China apenas crecerá el 1,2%.
Los mercados emergentes en general caerán el 2,4% y América del Sur el 5%. Dentro de la región, el resultado más benigno será el de Paraguay con una recesión del 1 por ciento.
En el caso argentino, 2020 será el tercer año de recesión. Luego de una caída del 2,2% en 2019, la baja se estirará al 5,7% este año, aunque el escenario podría empeorar en forma sustancial si el contexto externo se mantiene bajo la actual incertidumbre y si en el país persiste la cuarentena obligatoria por mucho tiempo más.
Para 2021, se prevé una recuperación del 4,4% del PBI en el país, que permitiría recortar parte de la pérdida de este año, pero no en forma total.
Luego de que el FMI no publicara ninguna cifra sobre la Argentina en enero último, dado que se esperaba a ver cuál sería el programa del Gobierno, ahora se incluyeron algunas proyecciones, pero no la de inflación ni la del déficit de cuenta corriente.
Al respecto, un vocero del organismo indicó que “para Argentina, por motivo de las negociaciones de la deuda en curso con los acreedores privados, se excluyen del WEO las proyecciones fiscales, de deuda, servicio de deuda (interna o externa) y de inflación. Una vez concluido el proceso, se espera reanudar la publicación de dichas variables. Por razones similares también no se incluyeron algunos de estos datos para Líbano en esta edición del WEO”.
Las consultoras del sector privado prevén una suba de los precios del 40% para este año, aunque varias han alertado sobre los efectos de la creciente aceleración de la emisión monetaria sobre la inflación.
En el ranking regional, Venezuela se lleva la peor parte, aunque con cifras más leves que en 2019: una hiperinflación del 15.000 por ciento, frente al 19.000 del año pasado, y una recesión del 15%, luego de una previa del 35 por ciento.
Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, presentará una recesión del 5,3% este año y una recuperación del 2,9% el próximo. Chile, -4,5% y 5,3%; Perú -4,5% y 5,2%; Bolivia -2,9% y 2,9%; Uruguay -3% y 5%; y México -6,6% y 3 por ciento, respectivamente.
Recuperación condicionada
La recuperación global en forma de “V” supone que sobre fin de año debería terminar la incertidumbre sobre la pandemia con un aplanamiento de los contagios y una certeza sobre su tratamiento y cura, según el FMI.
El jueves, el auditor regional, Alejandro Werner, brindará un panorama específico sobre la región. Allí seguramente explicará qué efecto puede tener la negociación de la deuda que lleva adelante el Gobierno sobre estas proyecciones, dado que seguramente la caída del 5,7% prevista para este año podría profundizarse si el país cayera en un default total.
Lo mismo ocurrirá con el escenario externo: Werner podrá explicar qué impacto tendrá si Brasil y China se recuperan como se espera en 2021, lo cual empujaría el precio de las principales materias primas que exporta el país.
Y, en el plano macroeconómico, habrá que ver si Werner responde sobre qué efecto puede tener el aumento de la emisión del BCRA sobre los precios, aunque el Fondo cree que esta crisis global tiene un carácter deflacionario en términos globales por la brutal caída de la oferta y la demanda.
En este sentido, los economistas del Fondo expresaron en el WEO que esta es una crisis sin precedentes, con una contracción mayor que en 2009 y la peor desde 1929 (cuando el PBI cayó 16% en tres años), aunque con la ventaja de una mayor interconexión para brindar respuestas globales de liquidez.
“La pérdida de producción asociada con esta emergencia de salud y las medidas de contención relacionadas probablemente empequeñecen las pérdidas que desencadenaron la crisis financiera mundial. Segundo, como en una guerra o una crisis política, continúa la incertidumbre severa sobre la duración e intensidad del problema. En tercer lugar, en las circunstancias actuales hay un papel muy diferente para la política económica”, indicaron.
“En las crisis, quienes formulan políticas intentan alentar la actividad económica estimulando la demanda agregada tan rápido como es posible. Esta vez, la crisis es en gran medida la consecuencia de las medidas de contención necesarias. Esta hace que la actividad estimulante sea más desafiante y, al menos para los sectores más afectados, indeseable”, advirtieron.
“El pronóstico para la economía global presentado en este informe refleja nuestra comprensión actual del camino de la pandemia y las medidas de salud pública requeridas para frenar la propagación del virus, proteger vidas, y permitir que los sistemas de atención de la salud hagan frente a este fenómeno”, aclaró el Fondo de inmediato.
“Es muy probable que este año la economía mundial experimentará su peor recesión desde el Gran Depresión, superando lo visto durante el mundo crisis financiera hace una década. The Great Lockdown, como se podría llamar, se proyecta que reducirá el crecimiento global dramáticamente. Se proyecta una recuperación parcial para 2021, con tasas de crecimiento de tendencia por encima, pero el nivel del PBI permanecerá por debajo de la tendencia anterior al virus, con una considerable incertidumbre sobre la fuerza del rebote”, explicó.
De todos modos, aclaró que es posible que haya “resultados de crecimiento mucho peores” si la pandemia se mantiene y, por lo tanto, se extiende la parálisis económica para frenarla.
El Fondo aclaró que estos pronósticos pesimistas podrían empeorar si la pandemia se mantiene y, por lo tanto, se extiende la parálisis económica para frenarla
Si esto ocurriera, se explicó, “esta crisis deberá abordarse en dos fases: una fase de contención y estabilización seguida de la fase de recuperación. En ambas fases, salud pública y las políticas económicas tienen papeles cruciales que desempeñar. Las cuarentenas, los bloqueos y el distanciamiento social son críticos para ralentizar la transmisión, dándole al sistema de salud tiempo de manejar el aumento de la demanda de sus servicios y ganar tiempo para que los investigadores intenten desarrollar terapias y una vacuna”.
Estas decisiones, aclaró, “pueden ayudar a evitar un caída aún más severa y prolongada en la actividad y prepara el escenario para la recuperación económica”.
Apoyo clave a la Salud
En la línea de fuego debe estar la asistencia para los profesionales de la salud, “subsidios de educación para sus familias o generosos beneficios para sobrevivientes”.
“Mientras la economía está cerrada, los responsables políticos tendrán que asegurarse de que las personas puedan cumplir con sus necesidades y que las empresas pueden recuperar una vez que pase la fase aguda de la pandemia”, explicó el organismo que conduce Kristalina Georgieva.
“Esto requiere importantes medidas fiscales, monetarias y financieras específicas para mantener los lazos económicos entre los trabajadores y empresas y prestamistas y prestatarios, manteniendo intacto la infraestructura económica y financiera de la sociedad”, aclaró.
Al respecto, se destacó que es “alentador que los encargados de formular políticas en muchos países aceptaron este desafío sin precedentes adoptando rápidamente una amplia gama de medidas”. Georgieva había destacado las medidas que tomó el Gobierno en este sentido.
En particular, mencionó que el “amplio estímulo y facilidades de liquidez para reducir el estrés sistémico en el sistema financiero puede elevar la confianza y evitar una contracción aún más profunda de la demanda al limitar la amplificación del choque a través del sistema financiero y ser un refuerzo para la eventual recuperación económica”.
A la vez, “las acciones rápidas y significativas de varios bancos centrales han sido críticos y han evitado una caída aún más brusca de los precios de los activos y la confianza”. En particular, ha sido relevante “la activación y establecimiento de líneas de intercambio entre los principales bancos centrales para proporcionar liquidez internacional”.
Gopinath dijo en la conferencia de prensa desarrollada para presentar el WEO que “si la pandemia se disipara en el segundo semestre, la proyección es que 2021 el mundo crecería 5,8%, por debajo de lo esperado antes de la pandemia. Es una crisis de la que ningún país quedó a salvo”.
En cambio, si la expansión del virus persistiera todo el año, la caída del 3% prevista para este año se duplicaría.
Además, consideró que la disyuntiva entre economía y salud es “falsa”. “Los países deben seguir priorizando recursos para salvar vidas y que todos los países tengan acceso a las vacunas cuando estas ya estén desarrolladas”.
“Hay algunas señales esperanzadoras de que el virus puede llegar a su fin; las medidas de distanciamiento están produciendo efecto. Pero mientras tanto, las medidas de contención de daños deben continuar”, aclaró.
Hay algunas señales esperanzadoras de que el virus puede llegar a su fin, pero mientras tanto las medidas de contención de daños deben continuar
En el WEO se indicó que “el panorama económico será alterado significativamente durante la crisis y posiblemente más, con mayor participación del gobierno y los bancos centrales en la economía”, indicó el organismo, menos dogmático que en el pasado ante el fenomenal desafío que enfrenta el mundo entero.