A un mes y medio de que los diputados de la Comisión de Salud pidieran precisiones por escrito al Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) sobre la demora en la entrega de las dosis comprometidas, aún no llegó ninguna respuesta al Congreso nacional.
Los legisladores requirieron saber, entre otras cuestiones, “a qué se debieron las demoras en el suministro de las vacunas estipuladas en el contrato firmado con la República Argentina que debía haberse completado el 28 de febrero”. También si “al momento de suscribirse el contrato tenían conciencia de las dificultades de disponibilidad del producto que se estaban comprometiendo a suministrar”, y en caso afirmativo, si “le comunicaron esa circunstancia al Gobierno argentino”.
Otra de las preguntas – a las que tuvo acceso Infobae – se refería a “cuándo se va a normalizar la entrega para completar los 10 millones de tratamientos previstos en el contrato firmado el 9 de diciembre de 2020″, y si “se va a reestablecer el envío del 2º componente de la Sputnik V a la Argentina”.
Las 15 preguntas dirigidas al Fondo Ruso de Inversión, el Instituto Gamaleya que fabrica la vacuna y la firma Human Vaccine Limited Liability – a través de la cual el gobierno argentino firmó el contrato con Rusia- fueron elaboradas por los diputados nacionales del interbloque Juntos por el Cambio que integran la Comisión de Salud. La nota fue elevadas el 14 de junio a la presidencia de la Cámara Baja, a cargo de Sergio Massa, para ser enviadas al gobierno de Vladimir Putin, vía la Cancillería argentina. La misma modalidad se adoptó con las preguntas a China por las vacunas Sinopharm, ya que los contratos fueron firmados de estado a estado, y no con un laboratorio privado como fue el caso de AstraZeneca.
Fuentes de la presidencia de Diputados le dijeron a Infobae que la nota con la requisitoria de los diputados opositores “salió ya” hacia Rusia, y que están “esperando las respuestas para que el informe lo hagan los embajadores”.
Infobae se contactó con la Cancillería argentina para obtener más precisiones, sin éxito al cierre de esta nota. También intentó hablar ayer con la responsable de prensa de la Embajada de la Federación Rusia en Argentina, pero respondió que estaba unos días de vacaciones, y derivó la consulta a un mail del área que no había sido respondido anoche.
En tanto, desde el Fondo Ruso de Inversión se limitaron a decir a este medio que no iban a hacer comentarios “sobre la correspondencia con el Ministerio de Relaciones Exteriores”.
“Hoy la falta del componente dos de la Sputnik V es un hecho, como lo es el incumplimiento del contrato por parte de Rusia. Es indispensable que los legisladores podamos evaluar dónde estamos parados y, para eso, necesitamos información de primera mano”, sostuvo Carmen Polledo ante Infobae. La diputada del PRO cuestionó que la negociación de las vacunas haya estado “teñida siempre de secretismo y falta de transparencia”.
La vía de la preguntas escritas a Rusia fue la modalidad acordada con el titular de la Cámara de Diputados en la primera reunión – y única hasta ahora- realizada el 7 de junio con representantes de los laboratorios. Massa los citó al Congreso para dar explicaciones sobre la demora en la provisión de las vacunas comprometidas, ante diputados de todos los bloques.
En ese momento, solo expusieron en un encuentro público virtual, el CEO de Pfizer en Argentina, Nicolás Vaquer, y el presidente de Laboratorios Richmond, Marcelo Figueiras. Richmond está realizando el procesamiento final de la Sputnik V en el país – conocido como fill and finish, en inglés -, a partir de un acuerdo con el Instituto Gamaleya, que le provee el componente activo a este laboratorio argentino. Si bien se había especulado inicialmente con la posibilidad de la visita de un representante de este centro de investigación estatal ruso, o en su defecto, de la Embajada de ese país en la Argentina, esa alternativa quedó rápidamente descartada.
La falta de respuesta a las preguntas de los diputados elevadas dos semanas después derivó en una nota de reclamo de la diputada Polledo, en su condición de vicepresidente de la Comisión de Salud. Fue enviada el viernes pasado a Massa y al presidente de esa Comisión, Pablo Yedlin, del Frente de Todos.La diputada Carmen Polledo (PRO) fue una de las impulsoras del reclamo ante la falta de respuesta del Fondo Ruso de Inversión (Télam).
En la misiva, co-firmada por los secretarios de ese cuerpo, los diputados Rubén Manzi (Coalición Cívica) y Claudia Najul (UCR), junto al resto de sus colegas de interbloque que integran la Comisión, le piden a Massa que “reclame las respuestas a las preguntas” enviadas el 14 de junio, “dirigidas a los representantes de los laboratorios Sinopharm International Hongkong Limited y Human Vaccine Limited Liability a través de las respectivas embajadas de los Estados propietarios de esas empresas”.
Fue después de que el periodista Carlos Pagni publicara en La Nación una carta de la asesora presidencial Cecilia Nicolini al Fondo Ruso de Inversión, por el retraso en el envío de dosis de la vacuna Sputnik V, en particular del componente dos. El texto, en un inglés no exento de errores de redacción, era una suerte de reclamo y velada amenaza, cuyo tono recibió críticas de la oposición por “ingenuo”. Desde Juntos por el Cambio criticaron también que el Gobierno hubiera “priorizado la ideología y la geopolítica a la hora de salvar vidas”, y el manejo “poco profesional” en la compra de vacunas.
“Hasta ahora no tuvimos ninguna novedad, ni respuesta de ningún tipo a nuestro reclamo. No hubo ninguna precisión más sobre las Sputnik V y la falta del segundo componente de esta vacuna. Y lo que es peor, ya entraron todos en campaña”, se quejó Polledo en diálogo con Infobae.
Desde la presidencia de la Comisión de Salud de Diputados admitieron el que el tema “se diluyó”, ya que “el interés más grande, cuando el presidente de la Cámara citó a los laboratorios, era con Pfizer porque había algunas dudas sobre presuntos sobornos o el pedido de que hubiera un socio local”. El Gobierno acaba de firmar, ocho meses después, un acuerdo para la provisión de 20 millones de vacunas de ese laboratorio norteamericano. Desde el oficialismo en la Comisión de salud admitieron que “ahora la preocupación es la segunda dosis de la Sputnik”, y que “hasta ahora no llegó ninguna respuesta del Instituto Gamaleya”.
Entrega de dosis “desacopladas”
Tras la difusión de la carta de Nicolini a uno de los directivos del Fondo Ruso , la oposición pidió que la asesora presidencial y la ministra de Salud Carla Vizzotti concurran al Congreso a explicar los términos del acuerdo con Rusia para la compra de las Sputnik V. Pidieron saber el plan del Gobierno en caso de que el segundo componente – que es distinto del primero- no llegue para completar la inoculación de los que recibieron la primera aplicación de la vacuna rusa.
“La segunda dosis de la Sputnik V se está manejando mal como se manejó este contrato. Compraron una vacuna que sabían que tenía problemas en la producción del segundo componente. En el contrato original hablan de “desacoplar” la primera de la segunda dosis, y eso tiene que ver claramente con esa posibilidad. Lo preocupante es que sabiendo esto no se hayan tomado las medidas necesarias, como se hizo en otros países por el tema de AstraZeneca en los jóvenes, y se probaran otras combinaciones. Recién en estas últimas tres semanas acá comenzaron estas pruebas. Por lo cual hoy tenemos a la población de mayor riesgo sin segunda dosis, tenemos un avance de la variante Delta que justamente ha mostrado que ataca a aquellas personas que no tienen el esquema de vacunación completo”, advirtió la diputada opositora Graciela Ocaña, también integrante de la Comisión de Salud.La diputada Graciela Ocaña advirtió sobre la posibilidad de “desacoplar” los componentes que figura en el contrato de la compra de Sputnik V.
Los que esperan la segunda dosis
El Fondo Ruso de Inversión no cumplió hasta ahora con la entrega de las dosis comprometidas, por la demora que reconoció en la producción del segundo componente en la planta en Rusia. Mientras que al país llegaron, a la fecha, 9.375.670 dosis del primer componente, apenas arribaron a Ezeiza 2.493.160 del segundo, casi la cuarta parte.
Rusia hasta ahora, no le dio precisiones al Gobierno sobre fechas de entrega. Nicolini fue quien viajó a Moscú con la ministra Vizzotti para cerrar las negociaciones del contrato original por un total de 20 millones de dosis que debían ser enviadas para fines de febrero por 10 millones de tratamientos, y que luego se ampliaron a 30 millones de dosis en total.
Al cierre de esta nota, según los datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación analizados por Infobae, 8.965.115 de personas recibieron la primera dosis de la vacuna rusa. Pero de ellas, solo 2.331.889 tienen el esquema completo. Esto significa que más de 6,6 millones esperan la segunda dosis de la vacuna rusa. Y según publicó hace una semana la Unidad de Datos de Infobae, hay más de 3 millones de personas que tienen el plazo vencido para recibir el segundo componente .
“Cuando el jefe de Gabinete (Santiago Cafiero) vino al Congreso (el 8 de julio), le pregunté específicamente sobre el tema y no contestó ninguna pregunta de las vacunas. El Gobierno quiere hacernos creer que todo está resuelto y eso no es así. Y como lo ha hecho con otras medidas a lo largo de la pandemia, lo que va a ocasionar es que más vidas argentinas se pierdan. Argentina necesita vacunar a toda su población con el esquema completo”, señaló Ocaña.
Por escrito, ante una pregunta de la diputada de Juntos por el Cambio sobre cuál era el intervalo entre la aplicación de la primera y la segunda dosis de la vacuna Sputnik V en Rusia, Cafiero respondió que era de “tres semanas (21 días)”, según lo establecido por el laboratorio productor en el país de origen. En Argentina, el Ministerio de Salud fijó en marzo un intervalo inicial de 90 días para priorizar la aplicación de primeras dosis. Y a principios de julio, lo acortó a 56 días para aumentar la inmunidad ante la amenaza de la llegada de la variante Delta. “Cuando le pregunté a Cafiero por qué la diferencia del intervalo en Argentina respecto de Rusia, donde se fijaron 21 días, y qué estudios tenían para alargar el plazo, no contestó nada”, advirtió Ocaña.