Mientras la segunda ola sigue avanzando en la Argentina, el Gobierno busca acelerar la llegada de más dosis. Se trata, claro de la solución ideal, ya que mientras aumenta la circulación comunitaria se analizan nuevas restricciones, lo que podría perjudicar más la actividad económica en un contexto de crisis y a pocos meses de las elecciones.
Ayer, Alberto Fernández tuvo una reunión virtual desde la Quinta de Olivos con Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y asistente del presidente de Estados Unidos Joe Biden; y con Julie Chung, subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. Del lado argentino también estuvieron el canciller Felipe Solá y el secretario Gustavo Béliz.
El encuentro se extendió durante más de dos horas. Allí, según informaron fuentes gubernamentales, dialogaron sobre posibles modos de cooperación para la adquisición de vacunas. La intención de las autoridades argentinas es que exista un gesto de los Estados Unidos que posibilite el arribo de nuevas dosis.
Por otro lado, González le trajo a Fernández una carta firmada por Biden. Allí, el presidente de Estados Unidos celebró la participación de la Argentina en la Cumbre del Clima, que se realizará 22 y 23 de abril próximos. También dialogaron sobre las negociaciones del país con el FMI.
La llegada de más dosis de vacunas es una de las principales preocupaciones del gobierno, ya que todas las provincias avanzan rápidamente con los lotes que reciben. Hasta el momento, según datos del Ministerio de Salud, se aplicaron 5.571.878 dosis de las 7.085.796 que fueron distribuidas. Es decir, quedan 1.513.918.
Durante la última semana, el promedio de aplicación fue de 150.000 por día. Si continuara ese ritmo, en diez días no habría más dosis. Sin embargo, existen diferencias entre las provincias. Por ejemplo, Córdoba informó que suspendía el plan hasta recibir nuevas vacunas. Hoy recibió un envío con 6300 primeras dosis de Sputnik V que aplicará en el interior provincial, pero en la zona metropolitana de la capital el plan está parado.
En medio de esta situación, el Gobierno salió a aclarar desinformaciones vinculadas a las vacunas. Por ejemplo, Patricia Bullrich había criticado al gobierno por no adquirir la vacuna de Pfizer pero sí comprar “4 millones de la china, que inmuniza a medias”. Sinovac, la vacuna de origen chino que se aplica de forma masiva en Chile, tiene una efectividad del 56% con su segunda dosis, según estudios en ese país.
Pero la que se aplica en Argentina es la de Sinopharm, que llega al 79% de efectividad. “La información fue algo confusa mezclando la eficacia de las dos vacunas y poniéndolas en la misma situación”, aclaró Carla Vizzotti. La ministra de Salud agregó que “la vacuna de Sinopharm tiene una eficacia similar a la de AstraZeneca”.
Por otro lado, las autoridades sanitarias explicaron la estrategia de diferir la aplicación de la segunda dosis de la vacuna de Sinopharm. Si bien no hay información concluyente, la experiencia en el exterior indica que la primera dosis es la que otorga más inmunidad. Además, los intervalos de aplicación son mínimos, no máximos. De esta forma, se apostó por llegar a más personas en esta primera etapa con una sola dosis, en vez de menos población con ambas.
En cuanto a la Sputnik V, la que más se ha aplicado en el país, el Conicet publicó un informe que avala su efectividad. Se realizó sobre 288 personas y muestra que a las tres semanas de aplicación de la primera dosis, el 94% desarrolló anticuerpos.
