“La decisión del gobierno provincial no fue solamente de comprar armas de puño, sino la de una reforma estructural de la seguridad de la provincia, comenzando con un equipamiento moderno”, aseguró el legislador oficialista Gerónimo Vargas Aignasse que, como presidente de la Comisión de Seguridad, se transformó en vocero del área.
– ¿Por qué se buscó el equipamiento en el exterior?
El objetivo fue lograr la integración de un sistema armamentístico uniforme y compatible para toda la fuerza, partiendo desde el aspirante y alcanzando a los grupos especiales.
– ¿Por qué la demora?
El 70% de lo adquirido ya está incorporado a los recursos de la policía. Restan recibir 3.000 pistolas, 2 fusiles de precisión, 35 escopetas y 20 subametralladoras. Es importante destacar que la compra incluye stock de repuestos y la modernización de la armería, por lo cual el mantenimiento se efectuará aquí.
– ¿Fue un error pactar esas condiciones de pago?
¿Por qué pensar que fue un error? ¿Por qué no dotar al personal policial con las mejores herramientas de trabajo? Se trata de brindarles equipamiento que ofrezca más ventajas que el que utilizan los delincuentes. El gobierno quiere brindarle a su policía los mejores elementos de protección y defensa para el servicio de la comunidad. Escuchamos hablar de garantías de un año o de por vida, pero la más efectiva garantía es la de preservar las vidas de terceros y las de policías.
– ¿Cuáles serán los próximos pasos?
El Gobierno está comprometido en la seguridad de los tucumanos. Esta adquisición es la primera etapa de un Plan de Equipamiento Global, que comprende el fortalecimiento del parque automotor y la actualización del Sistema Integrado 911 para toda la provincia. Es importante destacar la situación actual, en la que el mundo se paralizó por la pandemia y aun así se trabaja intensamente en la seguridad, en la prevención del delito, en investigaciones que permitieron desbaratar peligrosas bandas y el intenso trabajo para atenuar la curva de contagios por la covid 19.
