Esta medida rige desde fines de marzo cuando transcurría la cuarentena estricta en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio para paliar las consecuencias del coronavirus
El Decreto 624, emitido a fines de julio había dispuesto la prohibición hasta el 30 de septiembre. Así, las empresas seguirán sin poder echar a sus trabajadores sin justa causa, por los motivos de fuerza mayor o disminución de la demanda de trabajo.
Con esta decisión, el Gobierno sostiene los puestos de trabajo existentes en medio de la crisis económica que se profundizó producto de la pandemia y la cuarentena. No obstante, la pérdida de puestos de trabajo es importante.
Esta nueva extensión llega en una jornada en la que se conoció que la desocupación en el segundo trimestre del año subió al 13,1% y afectaría a unos 2,2 millones de personas, según las cifras difundidas por el INDEC.
De acuerdo con la información del Sistema Integral Previsional Argentino (SIPA), en julio se perdieron respecto de marzo 251.476 empleos registrados, ya que cayeron 263.400 del sector privado, pero creció el número de empleados del sector público en 11.924.
Cabe destacar que estos datos no comprenden a los trabajadores del sector informal.
