El Gobierno oficializó este martes una nueva versión del dólar soja que tendrá un esquema diferente al que se presentó en anteriores oportunidades, sin un tipo de cambio fijo. La medida fue anunciada a través del Boletín Oficial y entrará en vigencia durante todo el mes de septiembre, donde se buscará captar a “aquellos sujetos que hayan exportado en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores”.
De acuerdo al Decreto 443/2023, la medida alcanzará a productores de soja y sus derivados, como soja o aceite, en lo que será la quinta edición del Programa de Incremento Exportador que lanzó el Ministerio de Economía para incentivar la liquidación de las exportaciones del grano.
“Los sujetos que adhieran al presente Programa, y que les resulte aplicable, deberán liquidar las divisas que ingresen a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), referidas en el artículo 4º de la presente medida, en los términos y condiciones que establezca la normativa complementaria, no pudiendo superar dicho plazo el 30 de septiembre de 2023, inclusive, incluidos los supuestos de prefinanciación y/o postfinanciación de exportaciones del exterior o un anticipo de liquidación, debiendo efectuar, por el 100 % de todas las divisas”, indicó la norma.
En las disposiciones, el Gobierno señaló que la Argentina es “un relevante exportador mundial de las manufacturas de la soja, productos con baja incidencia directa en la cadena de abastecimiento nacional; de allí que esos alimentos y materias primas no generen impacto directo en la canasta familiar ni en las mediciones del índice mensual de inflación”.
En tanto que remarcaron la necesidad de “continuar la implementación de políticas que tiendan al fortalecimiento de las reservas” del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
A diferencia de los esquemas anteriores, esta nueva versión del dólar soja no contará con un tipo de cambio fijo. En ese sentido, el 75% del contravalor de la exportación de las mercaderías, se deberá ingresar en divisas y negociarse a través del Mercado Libre de Cambios, mientras que el 25% restante será de “libre disponibilidad”.
Es decir, los productores agropecuarios podrán adquirir una tonelada de soja pagando el 75% a un tipo de cambio oficial ($365), mientras que el porcentaje restante podría ser a través de una cotización libre (por ejemplo, el dólar MEP a $770). Esta herramienta solo será última para comprar soja argentina.
En la última edición del programa, el gobierno alcanzó a superar la meta de los USD 2.000 millones que se había puesto para la cuarta edición del programa, que tenía un tipo de cambio a 340 pesos. En ese sentido, tomando en cuenta todas las etapas del dólar soja, se alcanzaron los USD 18.566 millones, según estadísticas difundidas por la Bolsa de Cereales en base a datos del Mercado Electrónico Abierto.
Previamente, la primera etapa de la medida tuvo lugar en septiembre del año pasado, con un tipo de cambio que ofrecía un dólar por $200, mientras que en la segunda etapa esto ascendió a $230. Ya en la tercera edición, los exportadores del complejo sojero cambiaban un dólar por $300.
El Gobierno prevé llegar a los USD 2500 millones.
En tanto, otro de los puntos del decreto apunta a los derechos de exportación, que “deberán abonar una suma en concepto de adelanto” en un plazo que “no podrá superar el 28 de septiembre de 2023, inclusive”.
“Dichas sumas, expresadas en moneda extranjera, deberán considerarse un Certificado de Crédito Fiscal aplicable, en un primer término, al pago del derecho de exportación o, en su defecto, podrá utilizarse a los fines de la cancelación de obligaciones impositivas de los sujetos adheridos a los términos del presente Programa”, explica la medida.
La medida se da en un marco crítico para el campo, después de la sequía que generó un fuerte retroceso en las expectativas de exportaciones para el 2023. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, “la oleaginosa fue perdiendo a lo largo de las últimas 10 campañas el 21% del área sembrada”.
La entidad señaló que a poco de que comience la campaña para sembrar, las proyecciones para el 2023/24 muestran una mejora después de “nueve campañas de caída ininterrumpida”.
“El aumento sería de un millón de hectáreas, 6,2% más que en la 2022/23. Bajo un escenario de clima normal, Argentina podría producir aproximadamente 48 Mt de soja, frente a la estimación de 20 Mt del ciclo anterior”, agregaron en un informe.