Ni bien se anunciaron los reultados exitosos de las pruebas realizadas a la vacuna rusa Sputnik V, el gobierno nacional se apresuró a decir que para enero, Argentina contaría con varios millones de dosis para empezar un proceso que llevaría a inmunizar a toda la población en cuestión de meses.
Pero la realidad muestra que superada la primera quincena, solo llegaron 600 mil vacunas, que apenas alcanzan para una porción del personal sanitario distribuído en todo el territorio nacional.
Esta nueva dicotomía entre los grandes anuncios gubernamentales y la pobre realidad, dejó descolocados a funcionarios y referentes de la administración de Alberto Fernández, que prefirieron refugiarse en el silencio ante consultas que, al parecer, no tienen respuesta.
Por ejemplo: en qué estado se encuentra la negociación con Pfizer, cuyas vacunas también formaron parte de los primeros anuncios; o que sucede con la vacuna Moderna; y que se sabe de las de Astra Zeneca, que se fabrican en el país.
Por ahora no hay precisiones y las afirmaciones con tono triunfalista que se basaron en un tema tan sensible como la salud y la vida de la población, quedaron desdibujadas ante un proceso de vacunación lento y de alcance mínimo.
Incluso se había anunciado una gran movilización del Ejército, que iba a ser convocado para el enorme operativo de logística que se iba a realizar para garantizar el traslado de los millones de dosis que se llevarían a todos los rincones de Argentina, pero aún no se sabe siquiera cuando se comenzará a vacunar a las fuerzas de seguridad, otro sector que estuvo todo el tiempo en la primera línea de lucha contra la pandemia.
El problema se agrava cuando se observa la curva de casos que sigue mostrando un crecimiento vertiginoso del rebrote, con una incidencia fatal que elevó la cifra de fallecidos a más de 45 mil, lo que ubica a la Argentina entre los 25 países más castigados por el Covid-19.
Según la plataforma de estadísticas Our World in Data, el índice de vacunación de Argentina es de 0.44 pacientes vacunados cada 100 habitantes, muy lejos de Israel que lidera la lista con más de 25 inoculados cada 100.
Pero aún cuando otros países de Europa también registran un avance lento del proceso de vacunación, la diferencia está dada en la cantidad de vacunas con las que cuentan, habiendo apelado sobre todo a la provisión de laboratorios Pfizer y Moderna.
Ante el silencio oficial, la única fuente que habló sobre fechas para la llegada masiva de vacunas fue la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que fijó para marzo o abril la distribución de millones de dosis que alcanzarán a nuestro país como parte del mecanismo Covax, sistema creado para asistir a 172 países independientemente de su capacidad de compra.