Luego de varias semanas de trascendidos, finalmente el Gobierno confirmó la extensión del blanqueo de capitales. La decisión generará un alivio parcial en las reservas del Banco Central (BCRA) que en octubre enfrentarán un mes desafiante, ya que se espera que aumenten los pagos de importaciones sin un alza en la liquidación de exportaciones.
La primera fase del blanqueo, que tiene la multa más baja (5%), seguirá vigente hasta el 31 de octubre. En un comunicado, el Ministerio de Economía argumentó que la decisión se tomó a pedido de los bancos y estudios contables y debido al gran interés que generó el régimen de regularización. Pero los analistas apuntan que el efecto en las reservas también es un factor a considerar entre los argumentos de la decisión.
La extensión del blanqueo le dará al Gobierno algo de aire para transitar un octubre que se presenta complicado en el frente externo. Desde Adcap estimaron que el mes que viene el organismo tendrá que pagar el 150% de las importaciones regulares mensuales debido al cambio en el esquema de cuotas para los pagos de comercio exterior.
“La extensión del blanqueo es un cierto alivio para un mes bastante complicado como el de octubre donde van a tener que entregar muchos dólares por pagos de importaciones y el hecho de que mejoren las reservas brutas puede moderar el efecto negativo si todos los días aparecen ventas”, expresó Pablo Repetto, jefe de research de Aurum.
Lo que sucede es que una parte de los nuevos depósitos en dólares que llegan por el blanqueo queda como encaje en las cuentas que las entidades financieras tienen en el BCRA. Por eso, las reservas brutas crecieron US$2115 millones en lo que va de septiembre. Sin embargo, eso no mejora las reservas netas, que es la variable que monitorea el FMI.
”En la medida de que haya más ingresos de fondos a regularizar y se puedan canalizar a algunas actividades de la economía real, ahí sí se obtiene una mejora del stock de las reservas netas. Mientras eso no pase, el efecto es solo sobre las reservas brutas sin que sea muy beneficioso para las arcas del estado”, completó Repetto.
El economista explicó que, cuando los dólares blanqueados salen de las cuentas especiales y van, por ejemplo, a un bono corporativo, la empresa que recibe las divisas puede liquidarlos para invertir en proyectos en pesos. Recién en ese momento, el BCRA podría comprar una parte de los dólares y sumarla a sus reservas netas. También, indicó, podría pasar que los fondos terminen en una caja de ahorro en moneda extranjera y que el banco los preste a un exportador que luego ingrese las divisas en el mercado oficial.
“Esto le da más tiempo al Gobierno para que vayan entrando más dólares, le da un poco más de aire. Para mi lo extendieron porque están entrando muchos dólares, como muestran los depósitos. Las presiones en el plano cambiario van a aparecer igual, si no es en octubre, será en noviembre. Las cuentas externas todavía nos tienen un poco preocupados”, analizó Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen.
“Con el blanqueo se pueden estirar las cosas, pero en algún momento el Gobierno va tener que tomar alguna decisión. De lo contrario, va a tener que adaptarse al escenario que se va a generar ese faltante de dólares, que obligará a mantener el control de cambios y cuidar las reservas, lo que genera presión sobre la brecha cambiaria y la inflación de manera más persistente”, anticipó Polo.
El blanqueo impulsa los depósitos en dólares
De todos modos, los datos del sistema financiero muestran que la adhesión al blanqueo es alta. Los depósitos en dólares del sector privado ya superan los US$27.000 millones, el mayor nivel desde 2019. Los ingresos de dólares a los bancos se aceleraron en los últimos días, en coincidencia con el final de la primera etapa.
El último martes, los depósitos en dólares del sector privado saltaron US$1341 millones. En lo que va de septiembre, las colocaciones en moneda extranjera crecieron US$7755 millones. De ese total, casi US$5100 millones se sumaron entre el 17 y el 24 de este mes.
Un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) calcularon que, si el ritmo de entrada de divisas al sistema formal se mantiene, a fines de octubre los saldos en moneda estadounidense podrían superar los US$32.000 millones.