En la Casa Rosada se amparan en las encuestas. Y mantienen la postura de que salvo un pedido expreso de Milei, ningún dirigente del partido de Mauricio Macri encabezará sus listas.
El Gobierno busca profundizar la confrontación con Jorge Macri en la Ciudad y pone en duda un pacto con el PRO en la provincia de Buenos Aires. El Ejecutivo descarta firmar un acuerdo programático entre los partidos y asegura que recibirá en sus filas a los dirigentes que estén dispuestos a “plegarse a las condiciones de La Libertad Avanza”.
En la Casa Rosada sostienen que el PRO mide menos de diez puntos y mantienen la postura de que ninguno de sus dirigentes encabezará listas de LLA, a menos que exista un pedido expreso de Javier Milei. “No nos suman nada las figuras del PRO, en términos de puntos. No nos van a cambiar la elección”, expresan en Nación.
En Balcarce 50 señalan que buscan negociar las adhesiones de los gobernadores, diputados e intendentes del PRO por afuera de una alianza partidaria. Lo mismo aplica para dirigentes de la UCR y del peronismo no kirchnerista que quieran competir dentro del oficialismo. Manifiestan que buscarán imponer sus condiciones, y que “el armado de cada provincia es distinto”.
La línea que bajó la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, es que los coordinadores de La Libertad Avanza estén en contacto con los los aliados provinciales, sin concretar una negociación formal sobre el armado electoral. “Hay que hablar y ver qué tan predispuestos están a adherir por completo a nuestra agenda”, agregan en el oficialismo.
La Casa Rosada advierte que impulsará un paquete de leyes en el comienzo de las sesiones ordinarias. Se trata de una reforma impositiva junto a una laboral y previsional. Abarca también modificaciones en el marco jurídico de Defensa, Seguridad e Inteligencia.
Es parte de la agenda que intenta profundizar el oficialismo como ejes de campaña para las elecciones legislativas. Lo mismo aplica para las medidas que prepara contra el movimiento LGBT con el proyecto que propone derogar la figura de femicidio del Código Penal, eliminar la Ley Micaela y disolver los cupos trans en el Estado.
En Balcarce 50 mantienen la postura de “no negociar la agenda por un acuerdo electoral” y aseguran que buscarán elevar la confrontación con Macri en la Ciudad de Buenos Aires. “El escenario ya es bastante irreversible, no le podemos pedir a nuestros dirigentes porteños que no polaricen”, expresan en Nación. La expulsión de Ramiro Marra del partido forma parte de la diferenciación con el PRO tras las tensiones por el presupuesto porteño.
Lo mismo aplica para la provincia de Buenos Aires. El Ejecutivo busca imponer al diputado José Luis Espert como candidato de La Libertad Avanza y descarta bajar dirigentes propios de las listas por los del PRO. “Lo que tracciona es el sello, no el candidato. ¿Cuántos puntos nos pueden sumar Santilli, Iguacel o Montenegro?”, manifiestan en el oficialismo.
