Ayer miércoles fue rechazado el pedido de cese de prisión domiciliaria que realizó la defensa de Armando “Gato” Zarlenga, golfista tucumano que en la madrugada del lunes 25 de abril atropelló y mató a Maximiliano Joaquín Saldaño (24) y a Joaquín Morales Frank Colombres (22), que circulaban en moto por avenida Mate de Luna al 2700.
Luego del fatal accidente, se pudo constatar que el ex jugador del PGA Tour conducía alcoholizado al momento de la consumar la tragedia. El dosaje realizado arrojó 2,44 gramos de alcohol en sangre, equivalente a aproximadamente 10 vasos de bebida destilada (whisky, ron, tequila, etc). También se detectó la presencia de sustancias prohibidas.
En primera instancia, la Justicia indicó el traslado de Armando Zarlenga al penal de Villa Urquiza, pero, por falta de cupo, fue alojado en la Comisaría 3ra. Poco más de una semana después, se le concedió al deportista el beneficio de la prisión domiciliaria, disposición que cumple en un barrio privado.
El ex golfista está acusado por el delito de homicidio culposo por conducción imprudente y antirreglamentaria, agravado por la pluralidad de víctimas. El fundamento principal del tribunal para rechazar el pedido de la defensa fue la persistencia de los riesgos procesales, entre ellos, el peligro de fuga.
“Hay dos testigos que han sindicado el intento de fuga del imputado en el momento del hecho. También existe otra testigo de estas manifestaciones e intenciones, quien refiere que uno de los cuerpos (de las víctimas) cayó en la vereda de su domicilio. La intención de irse le fue impedida por las demás personas quienes evitaron que se retirara. Los riesgos procesales no han cesado”.
Fue lo que argumentó el auxiliar fiscal, Gustavo Benjamín Zavalía, de la Unidad Fiscal de Atentados contra las Personas que preside el fiscal Pedro Gallo. Momentos antes de la audiencia, que tuvo lugar en Tribunales Penales pasadas las 14, la madre de una de las víctimas, Verónica Saldaño, expresó su indignación y rechazo por el pedido de Zarlenga.
“Esto es una burla lo que están haciendo, él quiere hacer su vida como si nada hubiera pasado. Yo acá tengo a mi hijo en fotos y lo tengo que recordar así. No lo puedo tocar, abrazar o hablar con él y él quiere hacer su vida como si nada; se están burlando todos en la cara de nosotros”, dijo a la prensa.
Al tiempo que recordó que al acusado ya había sido beneficiado pese a la gravedad del delito que se le imputa. “Parece que él no recuerda que atropelló y mató a dos chicos que estaban trabajando, los abogados tampoco. En el primer momento él tendría que haber estado en Villa Urquiza, no en arresto domiciliario”, concluyó.
