El Grupo de Puebla “saludó” este miércoles las elecciones legislativas convocadas por la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela y aseguró que “los comicios se desarrollaron dentro de la normalidad, de forma pacífica y sin incidentes”.
El documento del foro, integrado por actores políticos de Iberoamérica autodenominados progresistas, fue publicado el mismo día en el que la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución en rechazo a las “elecciones fraudulentas” en el país caribeño. En la misma línea que el organismo multilateral del Hemisferio Oeste se han pronunciado casi medio centenar de países, entre ellos Estados Unidos, el Reino Unido y el bloque comunitario de la Unión Europea. También lo hicieron los miembros del Grupo de Contacto, con la excepción de Argentina.
En el comunicado, el grupo reiteró que “el camino democrático es la mejor vía para superar la crisis” de Venezuela e insistió en “la necesidad de que la salida debe estar determinada por la terminación del bloque económico que ha impuesto, en plena pandemia, el gobierno de los Estados Unidos”.
“Apostar a golpes de Estado, disfrazados o no a partir de la desestabilización del actual régimen, desafiando la Constitución venezolana, agrava la situación en ese país, aumenta el sufrimiento de su pueblo y provoca inestabilidad en toda nuestra región, con pérdidas significativas para la integración regional”, expresa en otro párrafo del documento el foro, entre cuyos miembros fundadores se cuentanel actual presidente argentino Alberto Fernández y los ex mandatarios Evo Morales (Bolivia); Rafael Correa (Ecuador); José Mugica (Uruguay); Lula Da Silva y Dilma Rousseff (Brasil).De hecho, Morales y Correa viajaron a Venezuela para oficiar de veedores.Foto de una reunión del Grupo de Puebla en 2019
Entre los países que saludaron los comicios del domingo se contaron Cuba y Rusia, dos de los principales aliados del régimen. Irán y Turquía, en tanto, enviaron veedores el fin de semana. Y Bolivia y México votaron en contra de la resolución de la OEA, mientras que Argentina se abstuvo.
El texto, que no tiene firmas individuales, critica además a “algunos gobiernos de América del Sur” al asegurar que “obedeciendo a los dictados de la extrema derecha norteamericana, optaron por apostar en la violencia a través de embargos, bloqueos comerciales e incluso apoyaron anuncios intimidantes de intervenciones militares”.
Finalmente, plantea la “necesidad de reactivar el diálogo ya iniciado por algunos países de la región para buscar una salida a la crisis y que incluya la integración de parte de la oposición que se autoexcluyó de estas elecciones en futuros procesos electorales”.
En contraste con la declaración, distintas naciones recordaron a la hora de rechazar los comicios que el régimen de Maduro llevó a cabo el proceso luego de recurrir a maniobras para quitar a los principales líderes opositores el control legal de los símbolos partidarios y logotipos de las boletas, y que además manipuló el controlar el consejo electoral y ejerció violencia e la intimidación para forzar a los ciudadanos a votar.
En una aparición pública en la mañana del miércoles, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, recordó por su parte “ciertos comentarios, en términos de que las personas que no iban a votar no iban a tener acceso a programas sociales, de alguna manera presionando a las personas a que fueran a votar”.La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet. Foto: REUTERS/Denis Balibouse
La funcionaria hacía referencia a un comentario del “número dos” del régimen, Diosdado Cabello, quien dijo: “El que no vota, no come. Para el que no vote, no hay comida. El que no vote, no come, se le aplica una cuarentena ahí sin comer”.
Si bien Bachelet rescató que el proceso fue pacífico, sin incidentes de seguridad, resaltó que hubo informes de periodistas que “tuvieron situaciones de intimidación” durante la cobertura del proceso, a manos de la Guardia Nacional Bolivariana.
En las elecciones ganó la alianza de partidos que apoyan a Maduro, cuyo régimen no es reconocido por más de 50 países. La oposición –que hasta ahora contaba con mayoría en la Asamblea Nacional– llamó a la abstención y sólo hubo una participación de 30% del padrón, la más baja en los últimos 15 años.
En respuesta a estas elecciones, Juan Guaidó, el jefe del Parlamento que fue elegido en 2016 y que estará en funciones hasta enero de 2021, impulsa un plebiscito online en rechazo de los comicios del domingo. El proceso, descrito como una Consulta Popular, comenzó el lunes y se extenderá hasta el sábado, día en el que se podrá participar de manera presencial.El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. Foto: REUTERS/Manaure Quintero
El formato virtual está pautado mediante una web y una aplicación para teléfonos móviles de la compañía estadounidense Voatz, que usa tecnología ‘blockchain’, la misma detrás de las criptomonedas. Se usará además un canal en la plataforma Telegram, desarrollado por la firma colombiana Asistencia Ciudadana.
Horacio Medina, miembro del Comité Organizador de la consulta, estimó “un piso de 7 millones” de participantes en un país de 30 millones de habitantes. La oposición informó que la abstención en los comicios del domingo había sido superior al 80% y que se tradujo en poco más de 3 millones y medio de votos para el chavismo.