Boleto Gratuito

El kirchnerismo a un “PASO” de perder

El Gobierno nacional le teme al día después de las elecciones del próximo domingo

alberto fernández y cristina kirchner
Alberto Fernández y Cristina Kirchner
Descacharreo

El gobierno de Alberto Fernández comenzó con el suspenso o el disimulo de los rencores e inquinas de la traición. Para que la unidad y la moderación de Cristina Kirchner resultaran creíbles, debía entronizarse a alguien que representara cabalmente la grandeza de ceder, eso era proponer a Alberto Fernández, que había dicho de ella las peores cosas que se puede decir de una persona.

La militancia se tuvo que enjuagar la bronca y alinearse a la jefa, que siempre tiene razón. El plan para regresar al poder fue un éxito. La grandeza de ceder, una impostura, pero, sin embargo, Cristina Kirchner no cedió nada. Lo que la vicepresidenta sí sabía, era que debía cerrarle a su delegado presidencial cualquier chance de construcción propia de poder y que ese iba a ser el antídoto para cualquier traición.

Boleto

Porque el que traiciona una, ya se sabe, traiciona dos. Cuando hace unos días el presidente hizo un manifiesto público de fidelidad al decir “No voy a traicionar a Cristina, ni a Máximo, ni a Massa”, para luego recién agregar, “No voy a traicionar el pueblo que me votó”, hizo ante todo una admisión de jerarquías, y con ella confesó una inquietante intermediación, ya que dejó en claro que para él, como presidente, hay tres personas antes que el pueblo que lo votó.

Alberto Fernández nunca hubiera sido presidente sin la transfusión de poder que le hizo Cristina Kirchner en un ejercicio de pragmatismo, tan inapelable como maquiavélico, mientras que al resto lo hizo la unión del peronismo y es que ella supo crear la mayoría para ganar, que es lo que vale. Pero ya está visto durante estos casi dos años de gobierno que ganar es una cosa y gobernar, es otra.

Negocios

Cuando el Presidente promete no traicionar, también deja en evidencia el otro riesgo tan inherente al peronismo, el riesgo del desbande si se huele pérdida de poder. Porque una cosa es lo que se diga, y otra el pase de facturas internos. La definición de traición es distinta para el peronismo que para el resto de los mortales. Y eso es lo que se juega también en la elección que se viene y que ahora tendrá una encuesta nacional con efectos en la percepción.

Es en ese contexto en el que Alberto Fernández, cuya imagen ha disminuido notoriamente en un año, pone por primera vez sobre la mesa su futuro político. Él y el kirchnerismo necesitan que tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires, la ventaja en las PASO respecto de Cambiemos, por lo menos, se acerque a los dos dígitos. De lo contrario, una distancia menor podría implicar que el quedara muy complicado el oficialismo para el 14 de noviembre.

Banner Tucumán Despierta
Banner Tucumán Despierta

“Esto sigue siendo un plebiscito a la gestión de Alberto Fernández”, repiten, como hace varios meses, en el Gabinete de ministros. Ocurre que en el medio pasaron muchas cosas y algunos escándalos. En definitiva, lo que está claro es que en el peronismo, no hay que olvidar, traidor es el que pierde. Y eso lo saben todos en el Frente de Todos, ante lo que seguro será una fuerte derrota el domingo que viene.

Dejanos tu Comentario