“Nosotros fiscalizamos a Milei, pero se nos fue la mano”, brinda un mensaje encriptado un operador cristinista. Aseguran que, en medio de la catástrofe que significa contar con un candidato presidencial que además es el ministro de Economía y afronta un contexto de una inflación que podría llegar al 200% este año, según algunas consultoras, “es un buen escenario”.
¿Por qué? El kirchnerismo apuesta a subir algunos puntos pescando en la porción de quienes no votaron o votaron por otras fuerzas de izquierda o neoperonistas. Además, considera que Milei seguirá creciendo y que la principal afectada será Patricia Bullrich. En las cuentas de los K, el balotaje es entre Milei y Massa.
No contemplan, quizás, que la situación económica pueda empeorar aún más y llegue a niveles insospechados en un gobierno peronista. Y que el crecimiento de Milei también se construyó con votos que siempre acompañaron a los candidatos del PJ como los del Conurbano bonaerense.
“Si nosotros no vamos al balotaje, ¿por quién te pensás que vamos a votar si la opción es entre Bullrich, que no sabemos qué va a hacer, y Milei, que sin estructura se va en tres meses?”, lanza un dirigente K. El link con lo ocurrido en el 2015 es inevitable. En aquél entonces, en el cristinismo circulaba la versión de que era necesario refugiarse en la provincia de Buenos Aires.
Y dejarle el manejo del país a Mauricio Macri, que iba a durar unos meses. Lo paradójico es que Cristina Kirchner perdió la provincia con la candidatura de Aníbal Fernández y Macri cumplió sus cuatro años en la Casa Rosada. Pero esa teoría sobrevuela, sobre todo con las altas chances que tiene Kicillof de ser reelecto si la oposición va dividida con Néstor Grindetti y Carolina Píparo.
Y por carencia de estructura que Milei padece para afrontar un eventual gobierno. De inmediato, el kirchnerismo salió a instalar que Macri y Milei son lo mismo. Y el libertario, hábil, buscó dividir el frente de JxC asegurando que Macri tendría un importante rol diplomático en su eventual gobierno, a la vez que ignoraba los mensajes de felicitaciones que Bullrich le envío en la noche de las PASO.