“Cuando escuché lo que (Alfredo) Montalván dijo que la muerte de los peces fue efecto de un factor climático no lo podía creer. No puede decir eso. A esto lo provocó la vinaza y los desechos de los frigoríficos y de otras industrias”, señaló indignado el legislador Tomás Cobos, quien había realizado dos presentaciones, una al despacho del secretario de Producción, Eduardo Castro, y otra a Montalván, subsecretario de Medio Ambiente. “Les solicité que accionaran y dieran una solución de inmediato a lo que estaba ocurriendo” agregó.
El miércoles, en una reunión de la Mesa de Pescadores, integrada por deportistas, empresarios del sector, operadores turísticos y funcionarios; los investigadores de la Fundación Lillo señalaron que en los primeros estudios no habían encontrado en los pescados lesiones producidas por toxinas. Sostuvieron que era probable que, por la falta de agua y las elevadas temperaturas, los ejemplares se hayan quedado sin oxígeno. Al día siguiente, cuando en Santiago del Estero acusaban a las industrias tucumanas de provocar el desastre ambiental, Castro y Montalván informaron oficialmente sobre esa teoría. “Tenemos en claro que la mortandad de esos peces no se debe a contaminación”, sostuvieron.
Cobos se tomó particularmente mal la respuesta del subsecretario porque señaló que esta situación, además de estar causando un daño ambiental irreversible, estaría perjudicando gravemente al sector Este de la provincia, por el cual él fue electo parlamentario.
“Entiendo que con esa respuesta se burló de la sociedad. Así lo tomo porque a la realidad la estamos percibiendo y en el este de la provincia tenemos a gente intoxicada por haber consumido agua y pescados en mal estado. No es una cuestión climática, fue un daño ambiental que afecta a la actual y a próximas generaciones. Los poblados de Leales por donde pasa el río Salí son los más afectados”, aseveró, según publica La Gaceta. Además indicó que debido a este desastre ambiental estuvo en contacto con habitantes de Los Romano, Los Gómez Chico, Los Puestos, Santo Domingo y Los Bulacio, entre otros, para intentar llevarles soluciones.
Cobos indicó que en algunos sectores del Salí a simple vista puede advertirse un color verde inusual en el agua, pero además remarcó que la muerte de una especie en particular sería la mayor prueba de que a la catástrofe la causó el sector industrial.
“Un dato que los pescadores conocen y que debe tenerse en cuenta es que el bagre es el pez que más resiste. Se adapta a los cambios, come basura, es un animal resistente y sin embargo estamos viendo bagres muertos en el Salí y en Las Termas. Eso es una prueba clara de que hablamos de contaminación y no de factores climáticos”, subrayó el legislador.
Por último fue nuevamente con los tapones de punta contra la postura que culpa de este hecho a la sequía. “Yo le pregunto a Montalván si él le daría de comer un pescado así a su madre o sus hijos. Estamos viendo a personas enfermas porque consumieron peces intoxicados. En esos lugares hay gente que come lo que pesca todos los días”, concluyó.
