Una de las preguntas que está en el aire es que, si el Central tiene más reservas, y a la vez acelera el ritmo de aumento del dólar oficial (este mes va a 6%) para adecuarlo a la inflación, no será próximo el momento de aplicar un salto cambiario para apostar a una estabilización posterior. A contar por las cotizaciones, el mercado apuesta más a un desdoblamiento cambiario que a una devaluación de una vez.
Y en ese sentido es que se habla de encarecer el dólar turista (hay mucho comentario sobre hacer más caro el dólar Qatar para los que piensan viajar al Mundial) en lo que podría ser un esquema de “desdoblamiento temporario” arbitrario y poco asimilable a un esquema previsible. Es posible que Massa tenga que tirarle un centro al kirchnerismo y ahí el problema está en la inflación.
Al lanzar el dólar soja el ministro destacó que se implementó porque al ser un grano mayormente exportable no tendría incidencia sobre el costo de vida y la inflación. Un informe reciente de la consultora EcoGo lo refuta en parte al sostener que “el insumo se utiliza en el forraje (afectando a la carne y a la lechería) y en el corte del biodiesel de las empresas productoras locales”.
Y agrega: “para poder comprar harinas en el mercado local deben pagar precios semejantes a los de exportación, que tras estar en $ 52.000 la tonelada trepó a $ 72.000. Además, el dólar soja distorsiona el aprovisionamiento de alimentos alternativos como el maíz”. En las puertas de conocerse el dato oficial de la inflación de agosto -superaría 6%- la proyección en base a la información de la primera semana sostiene que también en septiembre el costo de vida podría ser mayor a 6%.
Además, arranca el aumento de tarifas para la luz, el gas y el agua. Y una encuesta de la consultora Mercer sobre salarios formales sostiene que este año se están imponiendo cinco subas y que sólo un rubro (ingeniería y construcción) había logrado una mejora del 77% que, al ritmo que viene, también perdería contra la inflación. La carrera salarios inflación recobra vigor aun cuando la entrada de divisas por el dólar soja calmó los ánimos financieros.
Y hasta abrió una ventana para la recuperación de los bonos y las acciones (el martes el mal dato de la inflación de EE.UU. derrumbó a los mercados) y debilitó a los dólares libres. El economista Emmanuel Alvarez Agis sintetizó el esquema dólar soja afirmando que “el plan de Massa se puede llamar matafuego, pero no es un plan”. Después del incendio que se generó el 8 de junio, la menor señal de racionalidad económica fue bienvenida por los mercados.
Y es que fue justo cuando el Tesoro perdió la capacidad de conseguir crédito y se avivó con la renuncia de Martín Guzmán y la disparada simultánea del dólar y la inflación. Pero, ¿Hasta cuándo dura el veranito financiero? Hay pocas certezas, pero sí la imagen de que hay alguien a cargo y que recibió un mensaje sobre lo que esperan de él que va más allá de una foto. El resto, seguramente, lo dirán los tiempos electorales.
Supuestos conocedores de tiempos políticos dicen que Massa debe garantizarse dólares suficientes para llegar a fines de noviembre cuando comience el Mundial de fútbol de Qatar y apostar a las exportaciones de trigo de fin de año, aun cuando la sequía pueda provocar un golpe fuerte en los cultivos. La foto muestra un panorama difícil pero la ventana que se abrió puede mejorar el desarrollo de un cortometraje.
