En plena negociación con los acreedores privados para reestructurar una deuda por USD 66.500 millones emitida bajo ley extranjera, el ministro de Economía, Martín Guzmán, defendió la propuesta oficializada el 20 de abril a los bonistas y remarcó la necesidad de que la deuda sea sostenible y de que lo ofrecido es lo que la Argentina puede pagar.
Lo hizo en el marco del seminario “Argentina: entre el Covid-19 y la crisis de deuda soberana”, organizado por el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Columbia, del que también participó Jeffrey Sachs, profesor y director del Centro de Desarrollo Sustentable de esta universidad, y Martín Uribe, docente de Economía de la institución. Guzmán era colega de ambos hasta el año pasado. La conversación fue moderada por Victoria Murillo, directora del instituto organizador.
En su presentación, afirmó que algunos acreedores ya ingresaron al canje, otros siguen negociando y subrayó que el cierre llegará pronto, sin dar señales de una posible extensión. “No ha sido fácil la negociación. Estamos enfatizando el principio de flexibilidad. Algunos aceptaron y con otros estamos tratando de llegar a un acuerdo”, dijo Guzmán, y luego aclaró que están abiertos a escuchar propuestas por parte de los acreedores pero sean realistas y sustentables. El ministro remarcó que hay múltiples combinaciones para hacer y que el Gobierno eligió la oferta que, según él, mejor se adecuaba a los deseos de los bonistas y a la capacidad de pago del país, pero “puede haber otras”. “Si escuchamos una oferta que nos satisface, la tomaremos en cuenta”, enfatizó.
El Gobierno ya había dejado abierta esta posibilidad el lunes, cuando emitió un escueto comunicado planteando que estaba abierto a recibir propuestas de los acreedores con “sentido común”. De esta manera, y lo blanqueó ayer con otro texto difundido, cuestionó la oferta presentada por el fondo Blackrock, que consideró “poco realista”.
Al ser consultado, al momento de las preguntas, sobre el período de gracia de tres años que contiene la propuesta argentina, Guzmán reconoció que ha sido el tema más controvertido durante las negociaciones con los bonistas y admitió que el Fondo Monetario Internacional (FMI) había sugerido otorgar un período de gracia de cinco años. Incluso, reconoció que la idea inicial era no pagar por cuatro años y luego ese plazo fue reducido a tres.
La posición de Guzmán fue ampliamente defendida por Sachs, quien la aplaudió con bombos y platillos, y cuestionada por Uribu, quien consideró que no es creíble la propuesta de un gobierno que plantea que no pagará nada por tres años y que recién la próxima administración tendrá que hacerse cargo. Sugirió reescribir la oferta no para pagar más, sino para demostrar los esfuerzos que la actual gestión está dispuesta hacer para garantizar el cumplimiento de sus compromisos.
“Ahora estamos en medio de la pandemia. Nadie pretendería que la Argentina pague intereses en 2020, pero sí en 2021 o 2022. Eso haría más creíble la oferta”, enfatizó Uribe. El profesor de Economía de la Universidad de Columbia remarcó que si el Gobierno comenzara a pagar antes los cupones, por un lado, la futura administración tendría más alivio, y por otro, la gestión de Fernández se autocontrolaría con el gasto, por ejemplo en subsidios. “Si el Gobierno no propone una oferta así, será difícil romper con el círculo y evitar el default”, enfatizó el académico.
Sachs, por el contrario, remarcó que la oferta del gobierno argentino es “muy buena y seria” y que los bonistas se ubicaron en una posición “incorrecta”, a su juicio. “La deuda es impagable y no será pagada. Las tasas de interés en el mundo oscilan entre 0% y 1,5%. ¿Por qué los acreedores creen que van a cobrar 7% de cupón?”, se preguntó el director del Centro de Desarrollo Sustentable de la universidad. El académico agregó que “lo que ofrece la Argentina es no quita de capital y un interés que es considerablemente mayor que lo que se paga en el mundo. Lo que demandan los acreedores es absurdo”.
Sobre el final de su exposición, le habló a los bonistas y les pidió “racionalidad”. “Sean racionales. Entiendan que estamos en la mayor crisis económico-financiera que hemos tenido en la historia moderna”, sostuvo Sachs. Y al gobierno argentino le dijo: “Peleen contra la pandemia con todo lo que tienen. Miren lo que hizo Estados Unidos y hagan algo completamente diferente”, en una clara crítica al manejo que está teniendo el presidente Donald Trump en el combate del Covid-19.