Finalmente, se confirmó el gran temor que tenían los puesteros del Mercado del Norte, cuando fueron desalojados del emblemático edificio de calles Mendoza y Maipú. Y es que la Municipalidad de San Miguel de Tucumán engañó a estos trabajadores debido a que los reubicará en el mercadito de la plazoleta Dorrego, es decir, en un lugar alejado de la zona comercial en la que estaban.
Lo peor de todo, es que durante el día de ayer el Municipio anunció con bombos y platillos que la idea surgía por iniciativa del intendente Germán Alfaro, como si se tratara de un sultán que por buena voluntad ayuda a sus súbditos. Además, se realizará una inversión de entre $12 millones y $15 millones para volver a poner en funcionamiento el mercadito barrial de plazoleta Dorrego.
Esto significa que el lugar no cuenta con las condiciones necesarias para funcionar. Sin embargo, Alfaro prefiere invertir una cantidad grande de dinero que nadie sabe de dónde salió ni por qué tiene el fin que tendrá, con tal de tener a los puesteros los más lejos posible de una ubicación estratégica como la del Mercado del Norte. “A ellos se les ofreció instalarse en el Mercado Barrial de plazoleta Dorrego, luego de ser reacondicionado”.
Así lo admitió el propio secretario de Obras Públicas municipal, Alfredo Toscano, admitiendo que este lugar tampoco se encuentra en condiciones para funcionar. ¿Acaso ese dinero del cual no rendirá cuentas Germán Alfaro no podía ser utilizado para acondicionar, al menos, un sector del Mercado del Norte? Cabe señalar que el mismo funcionario municipal detalló que son muchas las falencias del espacio situado en avenida Roca y Marina Alfaro.
Y es que es necesario realizar las divisiones de locales, ajustar la infraestructura eléctrica, los desagües y los baños para que vuelva a funcionar como mercado, admitió Toscano. Pero como si esto fuera poco, además aseguró que, a diferencia de lo que pasó en el Mercado del Norte, “la idea es que a los puesteros no se les cobre alquiler durante el primer año, hasta que se defina el canon que se percibirá y que se destinará al mantenimiento del edificio”.
Esto significa que serán los propios trabajadores que deberán pagar de su bolsillo los arreglos del espacio a sabiendas de parte del Municipio que se trata de los puesteros que están en peores condiciones económicas. ¿Aun así quiere lucrar con ellos Alfaro? Para colmo, la ubicación en la plazoleta Dorrego no será para todos. “no a los que ya tenían otro local o que pueden instalarse con un alquiler en otro sitio”, dijo el insensible Toscano.
Sobre el edificio del Mercado del Norte, el funcionario informó que avanza la realización de un estudio técnico para determinar su estado estructural. Y que una vez finalizado ese estudio, el informe se adjuntará “a la carpeta que debe enviarse a la Nación para gestionar los fondos para remodelar el edificio”. ¿Cuánto tiempo demorará este trámite burocrático? Lo suficiente como para que se cumpla el objetivo de Germán Alfaro de sacarse de encima a los puesteros.