La crisis sanitaria y económica que atraviesa el país, en general, y la provincia de Tucumán, en particular, es algo que está a la vista y de lo cual todo el mundo está consciente. Sin embargo, en Yerba Buena no ocurre lo mismo, debido a que se trata de uno de los principales distritos en los cuales la actividad económica es un pilar de su gente y de miles de trabajadores. Pero su propio intendente, Mariano Campero, no parece darse cuenta.
En realidad, el mandatario municipal se hace el desentendido de la grave crisis plasmada en marchas en señal de protesta. Pero a estas manifestaciones se le agrega la resistencia de muchos emprendedores que se plantearon la posibilidad de impedir el cierre de sus locales, sobre todo, en lo que hace al más que golpeado rubro gastronómico. Queda claro que la situación es terminal y que los empresarios están hartos.
Sin embargo, Mariano Campero no apareció por ningún lado ni se manifestó de forma alguna respecto de lo que ocurre en la Ciudad Jardín. Su oportunismo político innato lo lleva a figurar sólo cuando soplan vientos favorables. No obstante, ahora que la parte productiva de Yerba Buena se resiste a tirar por la borda su trabajo y emprendimientos, el intendente brilla por su ausencia, una vez más.
Y es que en ningún momento tomó posición respecto de la lucha de los emprendedores, ya sea en apoyo a su resistencia, o, por el contrario, en favor de las medidas sanitarias y duras restricciones aplicadas por el Gobierno nacional y convalidadas al pie de la letra de parte del oficialismo local. Jamás hizo mención alguna a la posibilidad de que Yerba Buena se adhiera o no al DNU establecido por Alberto Fernández.
De esta forma, Campero mantuvo y mantiene todavía en la incertidumbre total a los comerciantes de Yerba Buena. Tamaña indiferencia ante el malestar y la crisis que atraviesa esta gente no hace más que exponer al intendente como el oportunista político que en realidad siempre fue. Se trata del mismo personaje que no hace otra cosa más que utilizar a la Ciudad Jardín como plataforma política de sus mezquinos intereses.
Pero en esta inmoral actitud no está solo Mariano Campero, sino que está viene escoltado por un séquito de funcionarios municipales que no hacen más que ser funcionales a los espurios intereses de la administración yerbabuenense, como los demuestran los tweet que escribieron, uno de ellos en medio de las protestas de los comerciantes, preocupados por el armado político y con una total indiferencia a la gente. En medio del sufrimiento y la incertidumbre, el intendente se escondió y dejó librado a su suerte a cientos de emprendedores y comerciantes en Yerba Buena.
Tucumán necesita un Frente político Amplio para ganar la gobernación en 2️⃣0️⃣2️⃣3️⃣. Para ello no hay que excluir a nadie. #FrenteAmplioParaGanar @mariano_campero @RSanchezOK pic.twitter.com/NGXw2nRGui
— Pablo Macchiarola (@PMacchiarola) May 23, 2021
¿Qué tan herido saldrá @mariano_campero de esta contienda interna de la UCR? @manuelcourel está en #Detonados🔥 pic.twitter.com/ZeYmgJoKV0
— Detonados On Fire (@Detonadosok) May 22, 2021
La actitud mezquina y oportunista de Campero debería ser castigada en las urnas, teniendo en cuenta que las elecciones son lo único que ocupa el pensamiento del intendente. Mientras a la segunda ciudad más importante de la provincia la crisis sanitaria y económica la hunde más y más, al mandatario municipal sólo le interesa salir a flote en pos de continuar con su único propósito: salvarse solo.
