“Tenemos hombres de principios, lástima que nunca lo dejen pasar del principio” (Mafalda)
Hace un par de días termina de concretarse una unión espuria que comienza a tejerse, por lo menos, desde septiembre del año 2020 entre el Vocal de la Corte Daniel Leiva y la Secretaria General de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación, María Nélida Paz.
En ese momento empieza a pergeñarse una arquitectura de poder bajo el comando del Presidente de la Legislatura Osvaldo Francisco Jaldo.
Ello explica el pícaro silencio de Paz en la reyerta de dos jueces peronistas uno de los cuales es, justamente, Leiva quien a la postre obtiene una victoria pírrica.
Pero esta telaraña culmina con la intención de colocar a Leiva en la Presidencia de la Corte o lo que es lo mismo a Jaldo.
Además, estos tres émulos de Penélope exhiben el impúdico propósito de tender un manto de impunidad al harto cuestionado legislador Jorge Yapura Astorga y a su entorno familiar e íntimo, en una causa penal cuyo debate oral y público se ralentiza maliciosamente porque se encuentra en un Tribunal presidido por Fabián Adolfo Fradejas, uno de los escuderos del cortesano Leiva junto al Secretario de la Oficina de Digitalización Juan José Morán y al relator Andrés Garmendia.
De allí que esa macilenta foto tomada en la Legislatura en la que aparecen en el centro Jaldo y Paz e inmediatamente detrás de ésta, el legislador Yapura Astorga, exterioriza el grado de subordinación de un sector del sindicalismo judicial convertido en Judas del gremialismo.
Sin embargo, es el cuadro perfecto del actual contexto, cuyas victimas siguen siendo los sectores vulnerables aunque les regalan juguetes a los niños con dinero del pueblo trabajador, fundamentalmente, de los obreros y empleados del Poder Judicial y de los Ministerios Publico Fiscal y de la Defensa.
Esta discusión debe ser profundizada porque exige el despertar de la conciencia de toda la sociedad tucumana porque se juega el futuro y en esa triada Lelva-Jaldo-Paz se reencarna la degradación moral, la claudicación ética, la juridicidad, el atajo y el trampolín.
Pero también resulta imperioso un debate de tal magnitud que se pueda contestar el siguiente interrogante de “Mafalda” – el celebérrimo personaje de Quino -: “¿Podrías explicarme porque en vez de cambiar estructuras a todos les da remendar armazones? “
Columnista invitado:
Dr. Gustavo Morales
Mat. Prof. N° 3924