ROMA.- En una entrevista que concedió este domingo a “Che tempo che fa” un programa televisivo muy popular en Italia, el papa Francisco confirmó que tiene intención de viajar a la Argentina en el “segundo semestre” del año, ya que “hubo un cambio de gobierno” y que se había comprometido a esto después de haber pasado diez años desde su elección al trono de Pedro, en marzo de 2013.
Al ser preguntado por el prestigioso periodista Fabio Fazio, que ya lo había entrevistado en 2022, sobre el demorado viaje a su madre patria, el Papa contestó que es “es un momento difícil para el país”, pero que “está en programa la posibilidad de hacer un viaje en la segunda parte del año, porque ahora hay un cambio de gobierno, hay cosas nuevas y yo también tengo otros compromisos”.
“Allí la gente está sufriendo mucho”, dijo el papa Francisco, que habló en directo desde un salón de su residencia de Santa Marta, que, como ya había adelantado, recordó que tiene planeado para agosto, “un viaje a la Polinesia, muy lejos, y después de esto se haría el de Argentina si se puede hacer”.
“Quiero ir allí”, reiteró, como hizo en diversas entrevistas que concedió en marzo del año pasado, incluso a LA NACION, en ocasión de los diez años de pontificado. “Diez años está bien, está bien, puedo ir”, agregó, aludiendo al hecho de que en sus diez años de pontificado, si bien visitó varios países de su continente -Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Colombia, Chile, Perú, México-, nunca pisó su país, una asignatura pendiente.
Durante la entrevista, que se emitió en el canal 9, el papa Francisco, de 87 años y que hace unos días reveló que tenía una leve bronquitis que le impidió leer un discurso y que el año pasado estuvo internado dos veces por problemas de salud, reiteró que, aunque sigue siendo una posibilidad, no tiene en este momento para nada pensado renunciar.
“No es ni un pensamiento ni una preocupación ni siquiera un deseo”, dijo, ante una pregunta. “Es una posibilidad, abierta a todos los papas, pero por el momento no está en el centro de mis pensamientos y de mis ansiedades, de mis sentimientos”, dijo, reiterando que, si llega a sentirse imposibilitado en el futuro, no tendría problemas de dar un paso al costado.
Como no podía ser de otra manera, durante la entrevista, que duró casi una hora, el Papa fue consultado acerca del documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que desde hace pocos meses conduce el cardenal cordobés Víctor Manuel “Tucho” Fernández, teólogo de su confianza, que el 18 de diciembre por primera vez le abrió las puertas a las bendiciones de tipo pastoral -no rituales ni litúrgicas- a las parejas irregulares (divorciados vueltos a casar) y del mismo sexo, que creó gran revuelo en el seno de la Iglesia católica. Francisco admitió que “a veces las decisiones no se aceptan” pero muchas veces “es porque no se sabe”. Y reafirmó luego ese principio de la inclusión de “todos, todos, todos” que había expresado expresado durante la Jorndada Mundial de la Juventud de Lisboa, en agosto de 2023.
“El Señor bendice a todos, todos, todos, los que vienen. El Señor bendice a todos los que son capaces de ser bautizados, es decir, a cada persona. Pero entonces las personas deben entrar en conversación con la bendición del Señor y ver cuál es el camino que el Señor les propone. Pero debemos tomarlos de la mano y ayudarlos a recorrer ese camino, no condenarlos desde el principio”.
Ésta es “la labor pastoral de la Iglesia” y es una tarea “muy importante” de los confesores, a quienes Francisco reiteró la invitación a “perdonar todo” y tratar a las personas “con gran bondad”, según consignó Vatican News, el portal del Vaticano.
Es más, durante la entrevista el Papa, que recordó al sacerdote capuchino Luis Dri, de 96 años, a quien designó cardenal en el último consistorio y que tenía el “problema” de perdonar demasiado, reveló que, en 54 años de sacerdocio, sólo una vez negó el perdón durante una confesión. Y esto ocurrió “debido a la hipocresía de la persona”: “Siempre he perdonado todo, pero lo diré también con la conciencia de que esa persona tal vez recaiga, pero el Señor nos perdona, nos ayuda a no recaer, o a recaer menos, pero perdona siempre”.
El Señor “no se escandaliza de nuestros pecados, porque Él es padre, y nos acompaña”, dijo el papa Francisco que, ante otra pregunta de cómo se imagina el infierno, sorprendió al contestar que espera que esté “vacío”.
Al cabo de otro domingo que, como siempre, durante la oración mariana del Ángelus del mediodía, llamó al fin de todas las guerras, especialmente en Ucrania, Palestina e Israel, durante la entrevista el Papa también reiteró su “no” a las guerras y su durísima denuncia al comercio de armas que hay detrás.
“Detrás de las guerras está el comercio de armas. Un economista me dijo que, en este momento, las inversiones que generan más intereses, más dinero, son las fábricas de armas. Invertir para matar”, sentenció.
“Es verdad que es arriesgado hacer la paz, pero más arriesgado es la guerra”, también dijo y recordó un encuentro que tuvo últimamente con una delegación de niños de Ucrania. “Ninguno de ellos sonreía. Los niños sonríen espontáneamente, les di chocolates y ellos no sonrieron. Habían olvidado su sonrisa y que un niño olvide su sonrisa es un crimen”, deploró. “Esto hace la guerra: te impide soñar”.
Cuando Fazio, al principio de la entrevista, le preguntó al exarzobispo de Buenos Aires cómo estaba de salud, con su humor porteño intacto, el Papa reiteró su clásica frase: “Todavía vivo”.