El Papa Francisco lamentó que el mensaje de paz de Jesús se haya visto ahogado por la “lógica inútil de la guerra” en la misma tierra en la que nació. En la undécima Navidad de su pontificado, presidió una solemne misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro y habló del conflicto en la Franja de Gaza que es Tierra Santa para la fe católica.
“Esta noche, nuestro corazón está en Belén, donde el Príncipe de la Paz es rechazado una vez más por la lógica inútil de la guerra, por el choque de las armas que aún hoy le impide encontrar espacio en el mundo”, afirmó.
El pontífice, de 87 años, habló horas después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometiera intensificar los ataques bélicos en el enclave palestino de Gaza después de que sus tropas sufrieran uno de los peores días de pérdidas de su guerra terrestre.
Y en la ciudad donde nació Jesús, la ministra palestina de Turismo, Rula Ma’ayah, dijo: “Belén celebra la Navidad con tristeza y dolor por lo que está ocurriendo en Gaza y en toda Cisjordania, en todos los territorios palestinos”.
En la misa papal celebrada ante 6.500 personas en la Basílica de San Pedro y más espectadores en las pantallas de la plaza exterior, Francisco dijo que el verdadero mensaje de la Navidad es la paz y el amor, instando a la gente a no obsesionarse con el éxito mundano y la “idolatría del consumismo”.
Habló del “hilo demasiado humano que recorre la historia: la búsqueda del poder mundano y la fuerza, la fama y la gloria, que todo lo mide en términos de éxito, resultados, números y cifras, un mundo obsesionado con el logro”.
Francisco dijo que, aunque a muchos les cueste celebrar la Navidad en “este mundo que juzga tanto y no perdona”, deberían intentar recordar lo que ocurrió en la primera Navidad. “Esta noche, el amor cambia la historia”, dijo.