A HAYA.- Las revelaciones sobre el pasado nazi del abuelo materno del rey de Países Bajos, Guillermo Alejandro, han abierto una vieja herida en el país, en un momento en el que la familia real sufre una caída de su popularidad.
La casa real neerlandesa confirmó la existencia de una tarjeta de militante del NSDAP, el partido nacional-socialista alemán, atribuida al príncipe Bernardo, esposo de la que fuera la reina Juliana y abuelo de Guillermo Alejandro, esposo de Máxima Zorreguieta. El documento está fechado en 1933.
Antes, el historiador Flip Maarschalkerweerd, exdirector de los archivos de la casa real, había publicado un libro en el que afirmaba haber descubierto esa tarjeta durante un inventario de los archivos privados del príncipe Bernardo en el palacio Soestdijk, cerca de Ámsterdam.
Tras unas primeras revelaciones ventiladas en la prensa en 1996 sobre su adhesión al partido nazi, y hasta su muerte en 2004 con 93 años, el príncipe Bernardo negó siempre haber militado en la formación de Adolf Hitler.
“Puedo decirlo con la mano en la Biblia: nunca fui nazi”, dijo en una entrevista publicada días después de su muerte en el diario neerlandés De Volkskrant. Igualmente juró entonces que nunca tuvo la tarjeta de miembro del partido.
Nacido en 1911 en Jena, entonces en el Imperio alemán, el príncipe Bernardo vivía en Berlín en el momento de su adhesión al partido.
Una parte “dolorosa” de la historia
“Me sorprende que el príncipe Bernardo conservara ese documento, y que siga en los archivos de la casa real”, declaró Rick Evers, periodista especializado en la casa real neerlandesa.
Aunque según él, si las revelaciones han salido a la luz es porque el rey Guillermo Alejandro lo ha permitido. “Se trata de archivos privados y no de archivos nacionales. Él decide lo que se puede hacer con ellos”, apunta.
De momento, son numerosas las voces que piden saber más sobre el asunto. Diputados de la Cámara baja han exigido al gobierno que lance una investigación sobre el pasado nazi del abuelo del rey, un pedido rechazado por el primer ministro saliente Mark Rutte.
La CIDI, una organización judía neerlandesa, ha pedido igualmente una investigación ante esta “nueva página negra” de una “parte dolorosa de la historia reciente de Países Bajos”.
“Imagino que la noticia tiene un gran impacto y que suscita muchas emociones, en particular en la comunidad judía”, declaró el jueves el propio monarca Guillermo Alejandro ante las cámaras al llegar al palacio del Dam en Ámsterdam.
El rey Guillermo Alejandro está casado con Máxima, cuyo padre, Jorge Zorreguieta, fue ministro de Agricultura durante la última dictadura argentina, razón por la cual se le impidió asistir a la boda real de su hija en 2002.
Caída de popularidad
“Entiendo la emoción suscitada, pero no se puede cambiar nada, es el pasado”, dijo Walter Oliemans, un pensionista de 71 años, cerca del palacio Noordeinde en el centro de La Haya, donde trabaja el rey.
En las redes sociales, algunos reaccionaron airados a estas revelaciones, con comentarios como “¡Viva la República!”, o “Qué linda familia real”, en un tono más sarcástico.
La revelaciones sobre el príncipe Bernardo se producen además en un momento de caída de popularidad de la familia real desde hace años.
Según un sondeo Ipsos publicado en septiembre por la televisión pública, sólo el 38% de los neerlandeses sigue confiando “de verdad” en el rey, frente a un 80% en 2020. El 26% de los interrogados dijeron que les gustaría que Países Bajos sea una república.
En octubre de 2020, cuando el gobierno pidió a sus ciudadanos evitar los viajes a causa de la pandemia, la familia real se fue de vacaciones a Grecia, una escapada que tuvo que interrumpir rápidamente ante las reacciones indignadas en el país. El rey se vio obligado a pedir disculpas públicas, en un video en el que aparecía junto a su esposa la reina Máxima.
El 19 de septiembre, durante una jornada de ceremonias políticas en La Haya, la familia real fue abucheada por decenas de manifestantes.
El mismo día, las autoridades anunciaron un aumento de 600.000 euros en los salarios y gastos de representación de Guillermo Alejandro, de Máxima y de Beatriz, madre del monarca y reina hasta su abdicación en 2013.
Agencias AFP y Reuters