Hoy por la tarde, la fiscal Verónica Raggio, que investiga el accidente del 20 de julio pasado sobre la Ruta 23 con Rubén Darío “Pepo” Castiñeiras al volante que terminó con las muertes del representante del cantante Ignacio Abosaleh y el trompetista Nicolás Carabajal, recibió los resultados de las pericias realizadas a la orina y la sangre de Castiñeiras, extraída horas después del hecho cuando fue internado en el Hospital Municipal San Roque de Dolores.
Los estudios fueron realizados por la Superintendencia de Policía Científica de la provincia de Buenos Aires y arrojaron que había restos de marihuana y cocaína en la orina del músico y no encontraron presencia de alcohol en su sangre, según confirmaron fuentes cercanas al expediente a Infobae.
Esto agrava el panorama de “El Pepo”, defendido por el abogado Miguel Ángel Pierri y trasladado esta semana a una comisaría de Chascomús donde permanece detenido tras recibir el alta de su internación. Un grupo de vecinos y fanáticos lo vitoreó cuando llegó a la dependencia en un móvil policial con gritos como “¡cumbia peposa!”, el latiguillo del cantante y uno de sus principales hits.
La corista Romina Candia, presente en el accidente, había declarado que durante el viaje habían consumido alcohol. Tras el accidente fatal, la Policía Bonaerense encontró una botella de vodka en la camioneta Honda CRV blanca. Sin embargo, por las pericias indicaron que no había alcohol en la sangre de “El Pepo”.
La imputación contra Castiñeiras es de “doble homicidio culposo agravado y lesiones graves culposas”.