A dos semanas de las Primarias, dentro de un panorama de gran polarización con el kirchnerismo, el gobierno busca extender el “veranito” económico con medidas que logren bajar el alto nivel inflacionario.
El equipo económico analiza algunas alternativas para generar condiciones que reduzcan de manera más marcada el costo de vida. Y apunta básicamente a servicios que si bien no son exclusivamente regulados, sí tienen una gran incidencia social y terminan siendo parte de la formación de precios.
Uno de ellos es el precio de los combustibles. Según publica el portal Perfil, se está conversando con las petroleras para mantener estable el valor de las naftas hasta noviembre.
En ese caso, el Gobierno está estudiando el esquema tributario que conforman gran parte del precio de los combustibles, el cual se podría utilizar como compensación para que esas empresas mantengan sin cambios los valores.
También se estudia el caso de la medicina privada, también para generar una estabilidad de precios hasta fin de año, aunque muchas de las empresas del sector advierten que están pasando por una situación de “atraso de valores” muy complicada.
Paralelamente, en Hacienda aseguran que las negociaciones paritarias han concluido y estiman que eso contribuye a bajar el nivel de expectativa inflacionaria.
En el Gobierno esperan que con algunas de estas decisiones, para agosto el aumento del costo de vida se sitúe por debajo del 2%.
La realidad muestra que la inflación de mayo fue 3,1%, la cual mostró un leve descenso; en junio siguió la baja, ubicándose en 2,7%; en tanto, para julio se estima que el nivel inflacionario podría oscilar entre 2,3 y 2,5%.
