El equipo económico cerró el primer año de gestión con la brecha cambiaria en torno al 15% y la mayor compra de divisas por parte del Banco Central desde 2003. Un conjunto de factores que no se repetirán ayudó a llegar a esos resultados. Los escenarios que ven los analistas para los próximos meses.
Al momento de la asunción de Javier Milei, en diciembre de 2023, había muchas dudas sobre el manejo que haría el nuevo Gobierno del dólar y cómo recompondría las reservas del Banco Central (BCRA). El equipo económico decidió devaluar rápidamente el tipo de cambio oficial, para llevar el precio del dólar a $800 y prometió depreciar el peso 2% por mes a partir de entonces.
Pese a las dudas iniciales y a algún episodio de volatilidad cambiaria que se vio en julio, el BCRA cumplió y mantuvo el ritmo de devaluación. Así, el Gobierno consiguió que el ancla cambiaria se combinara con el compromiso de equilibrio fiscal para alinear las expectativas y reducir la inflación. El salto en el valor del dólar que muchos analistas privados anticipaban no llegó, pero tampoco se pudo levantar el cepo.
En 2024 el tipo de cambio oficial mayorista subió 27,6%, bien por debajo de la inflación, que superó el 110%. El efecto más relevante, sin embargo, no se produjo en el mercado oficial sino en el paralelo, ya que todas las alternativas avanzaron menos que el oficial. El dólar MEP aumentó 17,6%; el dólar blue trepó 20%; y el contado con liquidación ganó 21,6%.
“El dólar ‘contado con liqui’ avanzó 22% nominal en el año, pero se desplomó 38% en términos reales. Se trató del fortalecimiento real más notable desde 1990″, puntualizó GMA Capital. Como resultado de esta estrategia, la brecha cambiaria -que rondaba supo llegar al 200% antes del cambio de Gobierno- se desplomó y cerró el año en torno al 15%.
El panorama para el dólar y las reservas en 2025
Ante el año que comienza, el Gobierno anticipó su intención de anclar todavía más el tipo de cambio oficial. A partir de la reducción de la inflación, Milei aseguró que buscará llevar la devaluación al 1% mensual. Sin embargo, los analistas privados alertan por las consecuencias de una excesiva apreciación del peso. Esa dinámica iría a contramano del fortalecimiento que se espera para el dólar a nivel global.
De todos modos, un salto abrupto en la cotización oficial parece hoy descartado. Según el último relevamiento publicado por el BCRA, el consenso del mercado indica que en diciembre de 2025 el tipo de cambio será de $1250 por dólar, lo que significaría una suba de 22,3% en el año, algo debajo de la inflación proyectada (28,1%).
Por otro lado, en Outlier remarcaron que es difícil que el próximo año sea parecido a 2024 en cuanto a acumulación de reservas. Incluso con un aporte extraordinario de Vaca Muerta, los analistas de esa consultora indicaron que la buena performance de los últimos meses se dio por la conjunción de varios factores que ya no estarán presentes.
Además del blanqueo, mencionaron que el mercado cambiario estaba muy cerrado y que se fue abriendo con un acceso muy restringido para los importadores. En la misma línea, agregaron el efecto de la muy fuerte caída en la actividad, que moderó la demanda de dólares en todos los segmento, tanto para importar, como para turismo o ahorro.
El Gobierno sabe de esa situación y por eso apuesta por refuerzos de dólares desde diferentes sectores. En lo productivo, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) puede generar una entrada de divisas. A eso se sumará la mejora en la exportación de energía. En lo financiero, el equipo económico ya trabaja en un nuevo acuerdo con el FMI y no descarta un préstamo de bancos internacionales.
Con ese telón de fondo, el BCRA ya anticipó que la salida del cepo está supeditada a la mejora en su activo. “Se continuará avanzando en el saneamiento del balance del BCRA, recomponiendo las reservas internacionales netas. A medida que se cumplan ciertas condiciones, se podrá avanzar en la eliminación de los controles cambiarios y de capitales aún vigentes y, luego de un proceso de normalización ordenado, en la unificación definitiva del mercado de cambios”, expresó la entidad en su documento anual de objetivos y planes.
El Banco Central compró casi US$20.000 millones en 2024
Precisamente, el organismo que conduce Santiago Bausili se concentró durante 2024 en recomponer las reservas como condición preeliminar para una eventual salida de los controles de cambios. El BCRA compró US$18.950 millones a lo largo de 2024, la mayor cifra desde 2003, cuando empiezan la serie estadística.
No obstante, la entidad solo logró retener el 34% en sus arcas. De punta a punta del año, las reservas crecieron US$6482 millones, tensionadas por los constantes pagos de deudas al exterior y por la normalización de las importaciones.
A medida que se fueron disipando las expectativas de devaluación brusca, el BCRA pudo ir comprando divisas. El efecto se vio especialmente en la primera mitad del año: entre enero y mayo, la entidad adquirió US$14.388 millones en el mercado. Junio marcó el primer saldo vendedor, por US$47 millones, y julio profundizó el rojo a US$138 millones.
El inicio de la “fase 2″ del plan de estabilización, con intervención del BCRA en la cotización del dólar financiero, y el ingreso de divisas por el blanqueo revirtieron la tendencia. Entre agosto y diciembre, la autoridad monetaria compró US$4746 millones.
“Pasamos de que ‘para que ingresen dólares hay que salir del cepo’ a un ingreso de casi US$20.000 millones que inició un círculo virtuoso, dado que los bancos otorgaron préstamos en dólares que fueron liquidados en el mercado oficial y permitió que el BCRA se hiciera de divisas”, recordó un informe de Invertir en Bolsa.