El presidente Alberto Fernández llegó a México en el avión del futbolista Lionel Messi, que cobró 160 mil dólares de alquiler.
Fernández viajó por cuatro días, acompañado por la primera dama Fabiola Yañez, el secretario general de Presidencia Julio Vitobello y el secretario de Medios de Comunicación Juan Pablo Biondi.
El avión tiene 16 butacas, que se pueden convertir en ocho camas, pero solo viajaron las cuatro personas mencionadas. El resto de los funcionarios se trasladó en un vuelo de línea desde Buenos Aires a la Ciudad de México.
El jugador rosarino compró el avión a fines de 2018 por 15 millones de dólares.
No es el primer viaje del Presidente en ese avión. Anteriormente se trasladó desde Buenos Aires a Santiago de Chile, donde vistió al presidente Sebastián Piñera.
El jet privado se impulsa con motores Rolls Royce, alcanza una velocidad máxima de 940 kilómetros por hora, en velocidad crucero puede alcanzar 882 kilómetros por hora, y tiene una autonomía que supera los 10.000 kilómetros.
La cabina está equipada con tecnología de última generación y monitores LCD de 14 pulgadas. La aeronave mide 29 metros de largo, 28 de envergadura y ocho de altura total.
Gustavo Carmona, piloto, presidente y CEO de Flyzar, es quien administra el avión de Messi. Se trata de un empresario aeronáutico dueño de una flota de aviones premium cercano a funcionarios del kirchnerismo.