La menor disponibilidad de hacienda, la recuperación de las cotizaciones en las categorías de novillito y vaquillona y el impulso que tendrán las ventas en la recta final del año, con una gastronomía que empieza a exhibir signos de recuperación, serán los factores que incidirán directamente en una actualización de precios en los diferentes cortes de carne.
Desde el sector de abastecedores de carne vacuna advirtieron que con la reactivación de la demanda habrá una inminente suba en los precios de los mostradores durante los próximos 30 días.
Por el momento, y de acuerdo a estadísticas privadas, el consumo en el ámbito doméstico sigue sin repuntar y según reconoció el propietario de una red de carnicerías, “los precios se mantienen a raya porque no estamos vendiendo carne”.
En paralelo, el Gobierno busca frenar la suba en el precio de este alimento, con las restricciones a las ventas externas y con la presentación del Plan Ganadero, que en estos días está siendo analizado por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). Con esta medida, presentada por los Ministerios de Desarrollo Productivo y Agricultura, buscan incrementar la producción en la próxima década, para pasar de las actuales 3 millones de toneladas anuales a 5 millones.
En el transcurso del año, empezó a consolidarse la caída del stock bovino, situación que se percibe tanto en las estadísticas oficiales como en los ingresos al Mercado de Liniers. De acuerdo al Ministerio de Agricultura, en 2021 el rodeo cayó en 940.000 cabezas en la comparación interanual, mientras que en los remates que se llevan a cabo en el barrio de Mataderos, los ingresos de hacienda son sensiblemente menores. En este punto, las estadísticas del mercado, muestran que en entre enero y la segunda semana de agosto 2020, ingresaron 800.099 cabezas, mientras que en el mismo período de este año, fueron 649.817 cabezas, es decir tuvo una caída de 150.282 animales.
Por el lado de los precios de las categorías de consumo, y según estimaron desde el Mercado Rosario Ganadero (Rosgan) empezaron a recuperar firmeza. En los últimos días, estimaron que los ingresos cayeron un 20% y los valores pagados por “el consumo mostraron mayor firmeza, aunque muy condicionados por la calidad ofrecida”.
Compradores de Liniers consultados convalidaron este panorama y remarcaron que existen dos escenarios bien diferenciados. En el caso de los lotes de mayor calidad, tanto en machos como hembras se llegaron a valores de 210 pesos el kilo, mientras que en los conjuntos más regulares, las cotizaciones oscilan entre los 190 pesos y 205 pesos.
Según estimó Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, (CAMyA), estimó que cuando la demanda empiece a superar a la oferta disponible, habrá una tensión en los precios, que indefectiblemente tendrá un traslado a las pizarras de las carnicerías. “Hay factores que empiezan a traccionar, como los futuros aumentos de paritarias y los restaurantes que empiezan a trabajar más”, explicó el directivo. Con respecto a las ventas en esta parte del año, reconoció que están de capa caída y que los comercios implementan estrategias para despachar más cortes como asado, que en esta época del año tienen menor demanda.