El régimen de Nicolás Maduro amenaza con apoderarse de los activos que la empresa estadounidense Chevron tiene en Venezuela, si el gobierno de Donald Trump no renueva las licencias que la habilitan a operar en territorio caribeño.
Así lo confirmó un funcionario de la dictadura venezolana a la agencia especializada Argus Media. “Las discusiones discretas ya comenzaron con Rosneft de Rusia y CNPC de China, ambas estatales”, dijo la fuente, en relación a que Maduro podría transferirle los activos de Chevron a compañías de sus aliados geopolíticos.
Chevron es la única petrolera estadounidense importante que queda en Venezuela y desea extender una exención que expira el 27 de julio para continuar su empresa conjunta con la estatal Petróleos de Venezuela SA.
La petrolera estadounidense posee 30% del proyecto de producción de crudo pesado en Petropiar, la cual está actualmente en transición para extraer crudo mezclado. Además, posee una participación de 39,2% en Petroboscán, que opera en el estado de Zulia, y una participación de 25,2% en Petroindependiente, que gestiona el campo de petróleo medio en el lago de Maracaibo.
Chevron solo obtuvo alrededor de 42.000 barriles de petróleo por día de su filial venezolana en 2018, aproximadamente 1% de la producción global de la compañía, pero el país alberga las reservas de petróleo más grandes del mundo y es una recompensa potencial para las compañías petroleras si Maduro abandonara el cargo.
El jueves, la Casa Blanca estaba discutiendo una renovación de la licencia de Chevron Corp. para operar en Venezuela a pesar de las sanciones al país, reveló el principal asesor económico del presidente Donald Trump, Larry Kudlow, citado por Bloomberg.
“Se está discutiendo”, aseguró a periodistas en la Casa Blanca el pasado martes. “Chevron ha hecho un gran trabajo. Tienen una larga e ilustre tradición, como ustedes saben, en Venezuela”, agregó.
Infobae