La cadena de la carne vacuna, que comprende tanto al sector ganadero como a la industria frigorífica y de exportación, ha sabido sortear en 2020 los efectos adversos de la pandemia de coronavirus, culminando el año con un aumento en la cantidad de animales faenados, en la producción de carne y en los despachos al exterior. De esta manera, una de las actividades más tradicionales de nuestro país pudo abastecer al mercado interno, como así también a la creciente demanda externa.
No obstante, el sector se encontró con problemas durante estos 12 meses producto de la pandemia: la suba de costos, el clima seco, los concernientes a la endeble economía nacional y cuestiones estructurales de la propia actividad. Así, las exportaciones en valor cerrarán el año con una baja interanual, el consumo por habitante se ubicó en mínimos históricos, y la suma del proceso inflacionario y de la suba de los precios internacionales de los alimentos produjeron un salto en los valores de la hacienda que repercutió en eslabones de la cadena, como los feedlots y en el bolsillo de los consumidores.
En diálogo con Infobae, el consultor ganadero y director de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Fernando Canosa, indicó: “Hay varias conclusiones para sacar de lo que dejó 2020. Por un lado, fue un año donde quedó muy claro de que estamos en condiciones de abastecer la creciente demanda externa que hay y mantener totalmente abastecida la mesa de los argentinos. Desde ese punto de vista fue muy positivo”.
“Por otro lado venimos aumentando la producción. Claramente, el alto precio del maíz y del ternero ha dejado ganadores y perdedores. Los criadores y los que hacen el ciclo completo son quienes están en mejor posición y quienes han estado más atinados fueron los feedlots. Lo positivo de todo esto es que ha aumentado la cantidad de animales recriados, aumentan los pesos de faena, y esto es algo importante para el futuro”, agregó el especialista.
Según los datos del último informe sectorial mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA), entre enero y noviembre la faena totalizó en 12,81 millones de cabezas, lo que denota un crecimiento del 1,2% respecto a igual período de 2019, mientras que la producción de carne aumentó 1,8% al alcanzar las 2,9 millones de toneladas res con hueso. De ese total, 2,087 millones de toneladas tuvieron como destino el mercado interno, con un consumo aparente por habitante por año que se redujo 1,5% hasta los 50,2 kilos, a la vez que las exportaciones se situaron en 816.200 toneladas.
Bajo este panorama, Canosa entiende que “la ganadería lejos de ser un negocio solo para los ganaderos ha demostrado que es una de las actividades que más ha crecido en los últimos años y que más divisas puede traer al país. Por otro lado, es un gran generador de mano de obra. Lejos estamos de los tiempos donde se liquidaba hacienda. Hoy en día la industria está en expansión y esto demanda más mano de obra”.
Para el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), Daniel Urcía, el año para la actividad fue “difícil” producto de la pandemia, aunque el sector lo pudo sortear logrando una mayor producción de carne, aumentando las exportaciones y también alcanzado un mayor consumo interno, que según el dirigente, se ubica en torno a los 51 kilogramos por habitante por año.El menor poder adquisitivo de la población derivó en una caída del consumo interno de carne vacuna
“Fue un año muy difícil, porque indudablemente la situación de la pandemia es algo que ninguna actividad estaba preparada para enfrentarla. En el caso de la actividad frigorífica podemos considerar que la sorteamos muy bien. Primero al ser una actividad esencial se trabajó todo el año y se cierra no solo con una mejor faena con más de 14 millones de cabezas, sino también mejorando la producción de kilos por animal faenado. Esa mayor producción posibilitó que haya un mayor consumo interno respecto a 2019 y mayor volumen de exportación, que lamentablemente no fue acompañado por precios, con una caída del 30% (en valor). Ese fue el punto negativo del año”, explicó Urcía.
Otro de los motivos por los cuales el dirigente asegura que subió el consumo interno se lo atribuye a que “la carne tuvo un precio muy competitivo durante los primeros 11 meses del año. Incluso el aumento del maíz, que comenzó en agosto, recién en los precios de la hacienda en pie se vio a finales de noviembre, por lo que hubo una absorción por una parte de la cadena que fueron los engorde a corral”.
Exportación
El sector de la exportación se muestra como el más afectado por la pandemia de coronavirus. Si bien las exportaciones concluirán el año en alza en volumen respecto a 2019 alcanzado las 900.000 toneladas, en valor se ubicaría en USD 2.900 millones, unos USD 500 millones menos que el año previo, según indicó a este medio el presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), Mario Ravettino, quien remarcó que el Covid-19 trajo consigo el cierre temporal de mercados por los confinamientos, la ralentización del comercio internacional y una gran volatilidad en los precios que terminaron impactando en el ingreso de divisas al país.
“Este fue un año atípico para lo que es la actividad, concretamente las exportaciones. Ha sido alterado sensiblemente por la pandemia en todo el mundo y consecuentemente afectó a todos los mercados donde nosotros exportamos. Eso hizo que el mercado fuese muy volátil, con altibajos en materia de precios y de posibilidades de ventas. La pandemia cerró prácticamente dos veces el Mercado Común Europeo, que es nuestro mercado de cortes de calidad. Además, tuvimos problemas con China, que es nuestro gran mercado de volumen”, remarcó Ravettino.
En cuanto al vaivén de los precios internacionales, el dirigente empresarial detalló que ya a principios de año los valores sufrieron una baja en manos de nuestro principal comprador, China, que después se agravó por la pandemia, siendo este el primer país afectado. Eso hizo que “se pospusieran ventas y se renegociaran los contratos”.
“Después tuvimos problemas propios de la pandemia, con el ofrecimiento de garantías sanitarias adicionales, protocolos en planta, bilaterales para demostrar todas las condiciones sanitarias que le estábamos poniendo a los productos para garantizar la inocuidad. Esto tanto en China como en todos lo mercados hizo que fuera muy cambiante y que no tenga el ritmo habitual en el comercio de carnes, lo que se vio reflejado en los precios”, concluyó.
Precios
Uno de los puntos que más relevancia tomó durante el año pasado fue el aumento de la carne vacuna al consumidor. A pesar de que los valores se mantuvieron en un aumento constante, pero moderado, durante gran parte de los meses de 2020, en los últimos 40 a 50 días tuvieron un salto exponencial, que algunos calculan por encima del 10%, aunque otras estimaciones lo posicionan en un 35%. Sin embargo, otro reajuste de precios podría producirse en unos meses más.
Tal suba se explica, por un lado, al movimiento natural de los precios para esta época del año donde se juntan una mayor demanda con una menor oferta, pero también este salto se da por un atraso de los valores de la hacienda en pie, producto de un aumento en el precio del maíz y en un incremento en el valor del ternero, que complicó la reposición de animales en los feedlot.
Según el último relevamiento de precios realizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en noviembre aumentó al consumidor un 7,4% respecto a octubre y un 53,6% en comparación con el mismo mes de 2019. Cabe aclarar que este informe tomó las primeras tres semanas del mes 11 de 2020, quedando afuera los últimos 7 días donde los precios comenzaron a trepar con más fuerza. En cuanto al valor de la hacienda en pie en el Mercado de Liniers en el promedio tomado entre todas las categorías pasó de $106 por kilo el 3 de noviembre a $137,2 al 29 de diciembre.Durante el 2020 se registró un importante aumento en el precio de la hacienda (NA)
Para Canosa “el aumento del precio del maíz y del ternero lleva a que se necesite más kilos en el animal que se está produciendo, de manera tal de poder diluir estos costos. Lo que está ocurriendo en estos momentos es que se está difiriendo oferta que podría estar sobre fin de año o principios del que viene para más adelante. La carne aumenta por espasmos. Todavía no termina y es factible que por febrero o marzo tengamos algún rebote más. Después se va a quedar aquietado y va a empezar a quedarse el precio porque va a entrar más hacienda y de más peso”.
En este sentido, Ravettino comentó que “siempre ocurre que en diciembre se produce un ajuste de los precios. Hay varios factores, administrativos, cierre de balances y la producción pasa las ventas al año próximo. El recalentamiento de los precios en las Fiestas y también el retraso que traía la agenda. Creemos que pasadas las fiestas esto se va a normalizar y va a volver a los canales normales”.
Expectativas
Para 2021, a pesar de la pandemia, en el sector son optimistas y creen que podrá continuar el crecimiento. En el caso de la exportación, observan al primer trimestre como crucial, en el cual se definirá todo el año. Cabe mencionar que hace algunos meses, ABC presentó un plan al presidente Alberto Fernández para aumentar las exportaciones hasta las 1,25 millones de toneladas, permitiendo un ingreso de divisas por USD 5.500 millones.
En este sentido, Ravettino planteó que desde la Cámara proyectan que “en los primeros meses vamos a seguir en esta situación, tal vez en el primer trimestre, y una vez que haya sido vacunado un porcentaje importante de la gente, esta situación tienda a normalizarse y las empresas tendrán que retomar su mayor caudal de producción, comercialización y exportaciones. En este primer trimestre se va a definir todo el año”.
“Vemos un aumento de las exportaciones en materia proporcional de acuerdo a este programa. Para eso precisamos la competitividad necesaria y creemos que el sector ganadero lo va a acompañar porque Argentina tiene posibilidades de crecimiento en diferentes zonas del país, pero hay que crear las condiciones para que el productor pueda aprovechar las oportunidades”, concluyó.
Por último, Canosa indicó que la importante entrada de divisas por parte de la actividad se puede consolidar y Argentina puede seguir aumentando la producción, pero hace falta que no haya intervenciones en los mercados, para producir más y derivando carne al exterior” y agregó: “Estamos en condiciones de generar 200.000 puestos de trabajo más en los próximos años”.