Cien amenazas al mes. Esta es la cifra de ataques medios que sufre el Vaticano desde 2012. Desde entonces, su Biblioteca Apostólica se ha encargado de digitalizar todos los documentos guardados en sus estanterías.
En total, el Vaticano da cobijo a más de 80.000 documentos, «entre ellos la copia más antigua de la Biblia y dibujos y escritos de Miguel Ángel y Galileo», aseguran. Ocho años de trabajo para digitalizar sólo el 25% del total.
Ahora, la inteligencia artificial entra en juego para proteger .No podemos ignorar que nuestra infraestructura digital es de interés para los piratas informáticos. «No podemos ignorar que nuestra infraestructura digital es de interés para los piratas informáticos», informa Manlio Miceli, director de Información de la Biblioteca Apostólica del Vaticano.
Desde hace ocho años, el equipo de DarkTrace, la compañía que se encarga de la digitalización hace uso de escáneres profesionales equipados con cámaras Hasselbad para digitalizar cada una de las obras almacenadas en el Vaticano.
Ahora, la herramienta de trabajo se cambia por la inteligencia artificial. «Es fundamental para defender la colección porque está en constante evolución y re-aprendiendo qué es la actividad normal en nuestros sistemas y qué puede ser anormal. Esto significa que sigue el ritmo de los cambios en nuestro entorno y también de los cambios en el panorama de amenazas», relata la compañía.
Entre las obras que pasarán por esta herramienta está cerca de 8.300 son incunables y entre los que encontramos el ‘Codex Vaticanus’, un códice del siglo IV con casi la totalidad del texto bíblico.
«Un ataque cibernético contra la Biblioteca del Vaticano podría hacer que la colección se copiara, manipulara o erradicara por completo; proteger estos documentos es importante no solo para el Vaticano sino para la memoria histórica del mundo», apostilla Miceli.