El clima es de entusiasmo y alegría en el búnker de Javier Milei, en el Hotel Libertador, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. Los números que manejan -alimentados incluso por bocas de urna filtrados tanto desde el oficialismo como desde Juntos por el Cambio- alimentan el optimismo del precandidato presidencial de La Libertad Avanza en su primer test electoral a nivel nacional.
Minutos después de las 22, la precandidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villaruel, habló de un “momento histórico” y reclamó al Gobierno que publique los resultados. Estaba acompañada por Ramiro Marra, el candidato a jefe de Gobierno, y Carolina Píparo, la candidata a gobernadora de Buenos Aires.
“Queremos pedir especialmente al Gobierno: tenemos la información de que ya cuentan con más del 50% de los votos escrutados y tienen unos números sumamente elevados para La Libertad Avanza. Les pedimos que informen esas cifras y le permitan al pueblo argentino conocer el dato de las mesas escrutadas”, sumó. Y completó: “Los argentinos merecemos saber cuál ha sido la voluntad de los votantes de nuestro país. Esperamos que el gobierno kirchnerista informe esto y cumpla con la palabra prometida”.
“Estamos muy contentos y entusiasmados”, destacó por su parte Ramiro Marra, aspirante libertario a la jefatura de gobierno porteño, quien fue el primero en tomar la palabra.
Si la alegría resulta ser justificada, no solo se demostraría que Milei fue capaz de traducir su intención de voto en las encuestas en boletas dentro de las urnas, una incógnita que desvelaba a gran parte de la política. También dejaría a las claras que los magros resultados obtenidos por sus representantes en las distintas elecciones provinciales finalmente no eran extrapolables a su figura.
Según lo que comentan desde el comando central libertario, una gran cantidad de personas se volcaron a las urnas recién a partir de las 15. Es la reconstrucción que hacen de acuerdo a los relatos de fiscales en distintos puntos del país, quienes insinúan que Milei podría lograr el primer lugar en varias de las provincias. “No dan abasto con el conteo de boletas. Las boletas se caen”, le dice a LA NACION una referente bonaerense del espacio.
El clima en el búnker cambió en las últimas horas. Antes, durante toda la tarde, se había mantenido muy alejado de la algarabía que marcó el acto de cierre de campaña en el Movistar Arena. La dirigencia libertaria comenzó a llegar pasadas las 18. Sin militancia a la vista, el primero en mostrarse fue al precandidato a senador bonaerense Juan Nápoli. Luego se sumó “Bertie” Benegas Lynch, aspirante a la Cámara de Diputados. Y, con el correr de las horas, se apersonó la totalidad de los referentes libertarios.
“Javier está en una habitación”, deslizaron a LA NACION en el sector de prensa del economista. El líder de La Libertad Avanza llegó al hotel alrededor de las 15 para instalarse en el piso 21, donde pasó toda la tarde junto a un séquito de personas de confianza. Fue luego de emitir su voto en la sede de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) ubicada en Medrano casi Corrientes, en el barrio porteño de Almagro.
En el primer piso del hotel, la música electrónica ambientó durante toda la jornada a un escenario vacío, adornado con pantallas que llevan la leyenda “MILEI 2023″ y videos que se suceden en loop. El primero en tomar la palabra promediando la jornada, cuando el clima no era de tanta alegría, fue Marra.
Alejandro Guyot – LA NACION
En rueda de prensa, aunque evitó hablar de números, el candidato a jefe de gobierno porteño (que, según los primeros números, rondaría en el 13% de los votos) denunció robo de boletas, además de enfocar sus críticas en el sistema de votación porteño debido a las dificultades que tuvieron muchas personas para efectuar su voto.
“Quiero destacar lo vergonzante de lo que pasó en la ciudad de Buenos Aires. Fue muy grave. Cambiaron las reglas a último momento. Nosotros lo dijimos: quisieron beneficiar a un candidato en particular y lo que tuvimos hoy fue damnificación a todos los porteños que fuimos a votar”, denunció Marra.
Un voto accidentado
Pasado el mediodía, rodeado de gente, entre simpatizantes y periodistas, Milei efectuó primero su voto en papel y luego pasó al voto electrónico, sin mayores complicaciones y en cuestión de minutos. Sin embargo, desde su equipo confirmaron luego a LA NACION que se había olvidado el DNI en el puesto de votación, por lo que regresó a buscarlo antes de salir de la escuela. Por la mañana, el libertario había compartido una foto en sus redes acompañado de su hermana, Karina, con quien desayunó.
Alejandro Guyot – LA NACION
Es Karina Milei quien, en un hotel en la que solo se observan periodistas, se encarga de dirigir la batuta: se la pudo ver en el ingreso al lugar dándole indicaciones a varios de sus colaboradores. Fue apenas un instante. Inmediatamente, ingresó nuevamente y subió a la habitación al encuentro de su hermano. Desde allí, tras almorzar, Milei se despachó con denuncias de las supuestas irregularidades en los comicios.
“Es un escándalo el intento de robo o destrucción de boletas nuestras a lo largo y a lo ancho del país”, escribió el libertario en su cuenta de Twitter, al promediar la tarde. Y exhortó a sus simpatizantes a que “no se dejen engañar”.
“Todas las boletas donde sea clara la intención del votante son válidas. No importan si están rotas o no. A cuidar los votos!”, remató Milei, tras haber subrayado la “impresionante” labor de sus fiscales “defendiendo los votos”.
Es que Milei tenía este domingo un desafío enorme por delante: cubrir con fiscales propios las más de 100.000 mesas habilitadas en todo el país. Un objetivo que, según pudo saber LA NACION, estuvo lejos de ser alcanzado. Pero entrada la noche la preocupación por la fiscalización dejó de ser el eje central de los discursos. Dejó paso a un optimismo creciente.
Soledad Aznarez – LA NACION
