
El ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva comenzó a revertir las tendencias iniciales y aventaja por una mínima diferencia al actual presidente, Jair Bolsonaro, que busca la reelección. Con el 78% de las mesas escrutadas, el candidato del PT consigue el 50,3% de los sufragios contra el 49,7% del representante del PL.
Los primeros resultados de estos históricos comicios, que coronan una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la democracia, comenzaron a conocerse poco después de que cerraran las urnas, a las 17.
Lula votó cerca de San Pablo y dijo que en la elección estaba en juego “un modelo de país y de vida”, mientras que el ultraderechista Bolsonaro sufragó en Río de Janeiro y se mostró confiado en vencer “si Dios quiere” y “por el bien de Brasil”.
La Policía Caminera se vio envuelta en un escándalo al instalar más de 540 operativos en rutas, especialmente en el noreste del país, con el que bloquearon el paso de muchos electores, denunciaron desde el Partido de los Trabajadores (PT), de Lula.
Unos 150 millones de brasileños estaban habilitados para votar. Se calcula que más del 20% del electorado se abstuvo de hacerlo en la primera vuelta y gran parte del esfuerzo final de ambos candidatos estuvo destinado a potenciar la concurrencia a las urnas.
El presidente, de 67 años y en el poder desde 2019, se presenta como el paladín de los valores familiares tradicionales, opuesto al aborto y al matrimonio igualitario y a la educación sexual integral.
En tanto, el veterano líder de izquierda abogó por relanzar el proceso de integración sudamericana y latinoamericana, reforzando el Mercosur y recomponiendo a la Unasur para poder negociar con las grandes potencias en pie de mayor igualdad.