Brasil es considerado el país de mayor potencia económica dentro de la región. Es integrante del BRICS (el conjunto de países con economías emergentes junto a Rusia, India, China y Sudáfrica) y se codea con los grandes en el plano mundial. Por esta razón, la elección de este domingo es clave, dado que los cambios que puedan materializarse allí son importantes para los aliados comerciales y países vecinos del gigante sudamericano, dos roles que convergen en el papel de Argentina.
Lo que ocurra en las urnas entre Jair Bolsonaro y Lula Da Silva será monitoreado por el Gobierno nacional de cerca. En la previa de las elecciones en Brasil, un grupo de analistas dio su opinión para entender mejor cómo y por qué puede influir en la política y la economía local lo que ocurra en el país vecino.
Argentina se enfrenta ante dos escenarios posibles. Por un lado, la eventual reelección de Bolsonaro y la continuidad de varios lineamientos en materia geopolítica y económica. Por el otro, la posible victoria de Lula y su regreso al poder en Brasil, lo que marcará un cambio en la agenda de gobierno de Brasil.
El primer punto es el liderazgo en la región, un puesto vacante en los últimos años, lo que afectó el rol de Argentina. Para el politólogo y analista Gustavo Marangoni, “hace tiempo que la región está sin liderazgo porque Brasil no lidera”, dado que “es quien puede hacerlo por su peso específico”, enfatizó. Esto se debe a su rol como potencia política y económica para Sudamérica, de allí ese feedback permanente y necesario para nuestro país.
En diálogo con Ámbito, Marangoni destacó que “Brasil es nuestro principal socio”, algo que “influye muchísimo para Argentina”. Al mismo tiempo, si bien “para Brasil no somos sus principales socios, sí somos un país muy importante”, en lo que respecta a vínculos geopolíticos y económicos, afirmó.
El licenciado en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador, Tomás Bontempo, señaló que en la dinámica de “vínculos comerciales crecientes con el sudeste asiático por la demanda de materias primas” durante los últimos años, “Argentina se ha vuelto menos relevante para Brasil, y contrariamente Brasil más importante para la Argentina”, argumentó.
El otro punto es la economía, que tiene como componente principal el intercambio comercial. “Argentina y Brasil son los dos países de mayor peso económico de Sudamérica y son los socios principales del Mercosur, además que son países vecinos”, señaló Martín Kalos, economista y director de EPyCA Consultores.
Bontempo suma un dato más a esta mirada: “El bajo crecimiento económico, el menor en 40 años registrado entre 2014-2020 según la Cepal, en el marco de una economía internacional más volátil y con mayores riesgos”, agregó. En su diagnóstico, agregó dos cuestiones no menores, como “las disputas entre China y Estados Unidos y la fragmentación política”, que recalan en la región, destacó.
La economía exterior de Argentina depende, en buena parte, de las relaciones comerciales con Brasil, en los últimos años China aumentó su presencia en el bloque sudamericano y mantiene vínculos bilaterales con ambos países, lo que generó un impacto muy fuerte en el comercio exterior.
Kalos brindó un dato que grafica este panorama: “Las importaciones brasileras desde Argentina pesan un tercio de lo que representaban cuando empezó el Mercosur, ya que pasó del 10 al 4% en la actualidad”, explicó. Al mismo tiempo, para Brasil, “Argentina sigue siendo el principal destino de las exportaciones aunque ha cedido terreno puesto que China le ha quitado ese lugar” en los últimos años, en base a su poderío económico, agregó.
La reelección de Jair Bolsonaro
La votación del domingo propone como posible escenario la reelección de Jair Bolsonaro. Cómo afecta eso a la Argentina en el futuro de corto, mediano y largo plazo.
“Tal vez presione más para liberalizar algunos aspectos del Mercosur”, deslizó Marangoni. Esta afirmación parte de los lineamientos geopolíticos del bolsonarismo, que se apega más a los principios de la globalización y a la apertura más fuerte hacia Occidente, en detrimento de la unidad del bloque regional de Sudamérica.
Para el politólogo, se trataría de una “etapa expectante”, ya que “si Bolsonaro es reelecto, se invertirían los roles y él empezaría a mirar a la Argentina para ver qué pasa en las elecciones en 2023, esperando que pierda el oficialismo”, consideró. Al mismo tiempo, distinguió que el presidente brasilero es “errático e imprevisible” en sus decisiones, lo que genera aún más incertidumbre y pondría aún más en evidencia “la profundización de un Brasil que no lidera”, explicó.
Por su parte, Kalos y Bontempo coincidieron en esta mirada de la política exterior de Bolsonaro, que afectaría los intereses de Argentina. “Bolsonaro seguiría con la política de acercamiento a las potencias occidentales económicas, con China más relegado, aunque igual se impone por su peso”, aseguró el economista.
Para el especialista en Relaciones Internacionales, “el efecto Bolsonaro”, se trata de un proceso durante los años de mandato, en el que “viró a Brasil hacia la des-americanización, haciendo del distanciamiento de Latinoamérica uno de los ejes de su hiper ideologizada política exterior”, donde según destaca: “Se alineó a la administración Trump en Estados Unidos y respaldó a la OEA, Brasil se retiró de la UNASUR, se replegó de la CELAC y coqueteó con las flexibilizaciones parciales del Mercosur”.
Cuáles son las expectativas si Lula Da Silva gana las elecciones
El segundo escenario es, obviamente, el de una eventual victoria de Lula Da Silva, lo que representaría el regreso al poder del líder político del PT. Martín Kalos remarcó que si bien no se sabe a ciencia cierta “cuáles serían las políticas ni cuánto pueden impactar en el corto, mediano y largo plazo”, gane quien gane, hay algunos principios que se pueden deducir por el pasado de ambos candidatos.
“Lula querrá priorizar un acercamiento y un acuerdo geopolítico y económico en general con Argentina”, expresó el economista. Ésta premisa de integración, explicó, viene a recomponer en parte “el estancamiento del Mercosur”, en tanto bloque, lo que derivaría en el fortalecimiento de los lazos entre ambos países.
Marangoni suscribe a esta idea, puesto que en la campaña, “Lula habló del acuerdo Mercosur-Unión Europea, lo que demuestra que piensa en términos de la región como bloque”, aseveró. El politólogo insistió con la cuestión del liderazgo: “Tiene algo en mente respecto a eso, ya que si Brasil no lidera, la región se balcaniza, algo que pasó en los últimos años”, explicó.
Por lo tanto, en ese posible escenario, “va a permitir al Frente de Todos mostrar una identificación aún mayor, ya que Alberto Fernández estuvo con Lula preso y hay mensajes de afecto correspondidos”, sostuvo. De este modo, “el Gobierno nacional tratará de capitalizar eso”, afirmó.
De confirmarse una victoria de Lula Da Silva, en términos geopolíticos, “una alianza entre presidentes del mismo signo político o ideología que piensen América Latina integrada y no como competidores sería interesante bajo ese aspecto”, razonó Kalos.