Ante el inminente cierre de la casa de electrodomésticos Ribeiro, se procedió al embargo la mercadería que quedaba disponible en el salón de ventas y el depósito, con el objetivo de saldar la deuda salarial que la empresa mantiene con los empleados.
Aproximadamente, son 38 los trabajadores que pierden el puesto de trabajo. Además, están sin cobrar el sueldo desde el mes de enero. Aseguran que no había actualización salarial desde el 2019.
Este caso es particular ya que este local comercial es el único en el cual se embargó la mercadería para rematarlas y poder pagar a los empleados. Ribeiro tuvo cierres en otras localidades del norte del país y todo terminó apenas con cartas documentos.
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