El 2022 se escurre entre los dedos, pero la angustia por la clasificación de Argentina para la siguiente fase del Mundial, la inflación imparable o el dólar que volvió a escalar no alcanzaron para interrumpir las intrigas y zancadillas en medio de las cuales se desempeña la Corte Suprema de Justicia, cuyas propias internas habían logrado asordinarse durante gran parte del año.
Esta semana, una versión insinuó una supuesta negociación política para “bajar” del acuerdo de ministros celebrado este jueves la resolución del reclamo del gobierno porteño por la quita en 2020 de un porcentaje de la Coparticipación Federal que tenía la Ciudad, sin que mediara ley o discusión alguna. Ese rumor se apoyaba sobre otro, según el cual esa resolución iba a firmarse “el 22 o el 24 de noviembre”, y sería a favor de Horacio Rodríguez Larreta.
Como ese tema no se discutió este jueves, la supuesta conspiración se argumentaba con una imaginaria negociación entre el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien habría pedido más tiempo para metabolizar la mala noticia y que no coincidiera con una reunión de gobernadores del llamado Norte Grande.
Esa supresión del tema para el acuerdo del jueves, a su vez, habría causado un “profundo malestar” en al menos dos de los cuatro ministros del máximo tribunal.
Pero según reconstruyó Clarín con cuatro fuentes de la Corte y del gobierno porteño, las cosas serían diferentes. “La Corte no negocia sus fallos con nadie ni deja que le manejen los tiempos. Quizás en otra etapa era así“, coincidieron en el entorno de dos de los ministros.
Desde otra de las vocalías, dijeron a este diario que “el tema de la Coparticipación lo teníamos para sacar. Viene trabajándose desde hace tiempo, pero tampoco es bueno quedar enredado en acusaciones y operaciones de la política“. En esos despachos creen que cuando las aguas se aquieten los ministros retomarán y concluirán la discusión.
En la Ciudad ahora también niegan que desde la Justicia hayan recibido señales de que la cuestión sería resuelta esta semana, aunque esa expectativa existía y fue difundida por varias fuentes del gobierno porteño.
Sin embargo, es cierto que la pelea por la coparticipación porteña -una cifra en miles de millones de pesos que también está bajo discusión- está en la agenda próxima de la Corte. Las vocalías de tres de los cuatro ministros están trabajando en un voto conjunto, que cuando esté terminado sería puesto en consideración durante una acordada. “Pero no hay plazos ni fechas para hacerlo. Ni años políticos, electorales ni nada“, se enojan cerca de otro de los ministros, habitualmente silencioso.
En la reunión de este jueves, en cambio, hubo otra resolución vinculada con el caso. La Corte aceptó su competencia originaria -es decir que sus jueces resolverán la cuestión– respecto de dos reclamos iniciados luego de que, con la quita en el porcentaje de Coparticipación, el gobierno de la Ciudad impusiera el pago de Ingresos Brutos a algunas operaciones de pases con títulos y bonos reguladas por el Banco Central, y que por esa eliminación los bancos también comenzaran a tributar un 8% del impuesto por los rendimientos de las operaciones ejecutadas por medio de aquellos instrumentos financieros.
Tanto el Central como la asociación de bancos ADEBA piden que Larreta elimine el impuesto, y ahora la Corte avisó que serán sus ministros quienes digan si debe hacerlo o no. Por supuesto, la cuestión está estrechamente vinculada al reclamo porteño por la quita en la Coparticipación, ya que esa tasa -o la eliminación de las exenciones en su pago- fue incorporada para “reemplazar” parte de los ingresos perdidos sobre los cuales la Corte también debe decidir.