El Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) eliminó la obligación de incluir “contenido informativo eminentemente federal” en la grilla de los canales de televisión, ya sea por cable o por satélite.
A través de la Resolución 1094/2024, publicado esta mañana en el Boletín Oficial, informaron que el objetivo es cumplir con la adecuación al Decreto N° 70/2023, aprobado por el Gobierno Nacional, el cual plantea “otorgarle al sistema de comunicaciones mayor libertad para su desarrollo”.
De esta manera, queda sin efecto la Resolución 1491/2020, con el título de “Reglamento general de los servicios de televisión por suscripción por vínculo físico y/o radioeléctrico y satelital”, desde el cual se dispuso la inclusión obligatoria de determinadas señales de contenido informativo federal en las grillas de programación de los servicios por suscripción.
El anuncio
En su habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, también había anunciado la novedad el lunes pasado que, “siguiendo los lineamientos del decreto 70/2023, que incluye modificaciones a la ley 27.078 Argentina Digital, el Ente Nacional de Comunicaciones va a derogar la resolución 1491/2020, así como también la obligación de incluir señales de carácter informativo en la grilla de programación. Con esto van a quedar corregidas las asimetrías entre los servicios TIC y los servicios audiovisuales”.
La resolución 1491/2020 aprobó el Reglamento General de los Servicios de Televisión por Suscripción por vínculo físico y/o radioeléctrico y satelital, que reemplazó a una norma similar dictada durante la administración de Mauricio Macri, que, a su vez, había reemplazado las disposiciones de la entonces Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca).
Los antecedentes
La grilla de la TV por cable fue uno de los terrenos de batalla planteados por el kirchnerismo luego de la aprobación en 2009 de la ley de medios audiovisuales, en especial, durante la gestión al frente de la Afsca de Martín Sabbatella, condenado por abuso de autoridad por las decisiones que tomó en ese cargo.
Mediante esa ley y el reglamento mencionado, los gobiernos de Cristina Kirchner trataron de reemplazar los contenidos de la TV paga entre 2010 y 2013. De hecho, en algunos casos, se dieron de baja canales culturales para incluir señales informativas filo kirchneristas, como el canal CN23 del entonces poderoso empresario de medios Sergio Szpolski.
El grupo Clarín se resistió fuertemente a los ajustes exigidos por el kirchnerismo, pero finalmente terminó cediendo en su momento ante el imperio de la Ley de Medios, declarada constitucional por la Corte Suprema de Justicia en 2013.
Ese reglamento, en su última versión, obligaba a incluir las señales del Estado nacional y las provincias, el de la Iglesia Católica (Orbe 21, una creación del Papa Francisco cuando era arzobispo de Buenos Aires), y las de las universidades nacionales; las señales de TV abierta locales y las señales cuyo eje temático sea programación informativa.
La norma también daba potestad al Enacom para calificar el “carácter informativo” de una determinada señal, cuya única exigencia era una programación de 24 horas, 12 de las cuales debían ser en vivo.