“Es una verdad el que con frecuencia en política se aprende del enemigo”
(Lenin)
“A veces las personas no quieren escuchar la verdad porque no quieren destruir sus ilusiones”
(Friedrich Nietzsche).
Tucumán atraviesa una crisis más aguda que el resto del país no sólo por el descalabro económico pronunciado, el incremento de la exclusión social, el aumento de la pobreza y el ascenso del analfabetismo sino también por la inexistencia de cuadros sindicales y, sobre todo, por la configuración de una situación de extrema gravedad institucional.
No hay un solo gremialista ni político que aún en éste lodazal infecto no especule con un acercamiento al otrora gobernador –hoy jefe de gabinete en la Nación- o al vice –actualmente a cargo del Poder Ejecutivo-.
Esperan la foto y la dádiva aunque disfracen el cohecho como un “logro para los compañeros”.
En tiempos de Juan Manzur, especialmente quienes sobreactúan la defensa de la clase trabajadora, la llegada a la casa de gobierno equivalía el ingreso de “plata dulce” con sabor a golosina que nunca se distribuía ni aportaba a “las bases”.
Ahora este goloso de manera humillante es ubicado por la presidenta de facto a la par del vicepresidente de hecho para exhibir un disciplinamiento al estilo “foucaultiano” y probar la calidad de galeno ante un paciente que está en coma cuatro como es el “peronismo”.
Sin embargo, pasa inadvertido para los periodistas (no tan) avezados que en la provincia norteña, la lista de candidatos a diputados nacionales del justicialismo no son descendientes de Juan y Eva sino, según sus propios dichos, como los de la todavía ministra de salud Rosanna Chahla es “apolítica” y quien le sigue, Agustín Fernandez, continúa “afiliado a la Unión Cívica Radical”.
Tampoco el candidato a senador es un “descamisado” sino que su ingreso al pejotismo se debe a su ex jefe, el camaleónico José Jorge Alperovich, quien mudó por casi todos los partidos en un amplio abanico que se inicia en el comunismo.
Ni siquiera el actual gobernador aprende sus primeros pasos con las “verdades justicialistas” sino en Trancas, al galope de las enseñanzas de Celestino Gelsi, máximo exponente de una escisión del radicalismo denominada “Vanguardia Federal”.
A ello se debe sumar la encarnizada interna aún latente entre los colosos Manzur – Jaldo.
Caben numerosos interrogantes desde los que parecen más nimios hasta los que poseen mayor profundidad.
Veamos algunos.
¿Qué pasará con los magistrados Juan Francisco Pisa y Orlando Stoyanoff Isas, sometidos ante un jurado de enjuiciamiento por las causales de “mal desempeño” y “violación de los deberes de funcionario público”?.
Es que el juez de nombres bíblicos, en su momento es encubierto por Manzur quien en un ignominioso acto de ajuridicidad acepta la renuncia en un contexto de numerosos pedidos de destituciones y ordena a una “comisión de juicio político” de la legislatura –con distinta integración a la actual- a que “archiven las actuaciones”.
Este raid delictivo se explica, entre otras razones por la relación de Manzur con Ronald Parada Parejas –hermano del femicida Mauricio- y por los sobreseimientos con los Pisa favorece a Manzur –abogados lobistas y el secretario Gonzalo Ascárate de por medio-.
En cuanto al otro juez apodado “Orli” refleja el modelo de lo que no debe ser la autoridad que “debe dar a cada uno lo suyo”.
Paradigma de la falta de contralor de los frenos inhibitorios, fundamentalmente con las mujeres y que resiste la remoción con la designación como defensor de quien es cuñado del Fiscal de Estado que integra el “jurado de enjuiciamiento”.
En la Corte de Tucumán, sobrevive el vocal decano acusado de haber cometido acoso sexual Antonio Daniel Estofán aunque languidece en todo sentido.
¿Qué hará Jaldo con la propuesta como Juez del funcionario Ascárate, envuelto en otro escándalo, debido a mensajes de textos como aquellos en los que promete “ser fiel a Manzur hasta que la muerte los separe”? (sic).
¿Qué sucederá con los ministros de Educación y Seguridad, en un momento en que se conoce las cifras oficiales de deserción escolar, analfabetismo e índices delictivos?.
¿Cual será la posición e Jaldo en relación a los abusos a los derechos fundamentales de las mujeres cometidos por sujetos de la talla de Estofán o Stoyanoff?.
En fin . . . son numerosas las preguntas.
Tal vez la más importante es en lo inmediato ¿a qué candidato irán los más de ciento noventa mil votos obtenidos por Jaldo recientemente?.
Un poco de agua y otro de alfalfa para recuperar el trote, entonces.
La inteligencia, la ética y la estrategia son las “desaparecidas” del siglo XXI en éstas tierras. Comando y condena se escriben con c, como Cristina, aunque sigan con la cantinela “que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” no deja de ser provocadora, sin embargo, la enseñanza de Maquiavelo según la cual “no son los títulos los que honran a los hombres, sino que los hombres honran a los títulos”.
Por: Dr. Gustavo Morales – Mat. Prof. N° 3924 – Columnista invitado
