Luego de que Tucumán Despierta expusiera el escándalo en torno a la polémica jueza María Carolina Ballesteros, se conoció que no es la primera vez que la magistrada mantiene una fuerte pelea con un fiscal que deriva en un escándalo. En ese sentido, cabe retrotraerse hasta octubre del año 2022, cuando la jueza fue acusada de presionar a dos fiscales para que se inhibieran en una causa que involucraba a familiares suyos, situación de la que se advirtió a la Corte Suprema.
En ese caso, cabe mencionar que se trata de Ignacio López Bustos, Fiscal Penal a cargo de la Unidad Fiscal Proteccional en Violencia Familiar y de Género. Y es que fue él quien planteó la recusación de la Dra. Carolina Ballesteros, en su carácter de Jueza del Colegio de Jueces y Juezas del Centro Judicial.
Lo cierto es que bajo el legajo motivo de la recusación, se esconde un verdadero escándalo familiar que involucra directamente a la jueza Ballesteros, debido a que los hechos en cuestión estaban relacionados con un accidente que sufrió su padre y en los que también estaban involucradas y denunciadas la pareja del hombre y sus hijas, quienes resultan ser nada menos que medias hermanas de la magistrada Ballesteros.
Según se desprende del expediente judicial, las mujeres en cuestión habrían empujado a la víctima, es decir, el padre de la jueza Ballesteros en el marco de una discusión y esa caída le provocó la fractura de cadera al hombre. La causa quedó asentada en la Unidad a cargo del fiscal José Augusto Zapata, quien al poco tiempo decidió apartarse señalando que la jueza Ballesteros lo había cuestionado de falta de objetividad en la instrucción de la causa.
Tras esa decisión, el caso quedó a cargo del fiscal Ignacio López Bustos, pero luego terminó apartándose en una situación similar a la mencionada por su colega. Sin embargo, lo cierto es que este fiscal presentó en su momento un pedido de recusación en lo que respecta a Ballesteros, por lo que López Bustos aludió circunstancias de extrema gravedad en el marco del legajo S-049072/2022.
Lo cierto es que el 27 de septiembre del 2022, la jueza Ballesteros se comunicó con la Dra. Lucrecia Lugones, Auxiliar de Fiscal afectada a la Unidad Fiscal Proteccional en Violencia Familiar y de Género a cargo de López Bustos con el objetivo de que se aprehendiera en ese acto a las imputadas, a lo que la Dra. Lugones le contestó que no tenía instrucciones del Fiscal en ese sentido.
Ante ello, por vía telefónica y a través de mensajes de Whatsapp, la jueza Ballesteros comenzó a los gritos a proferir epítetos agresivos e intimidantes, hostigando a la Dra. Lugones a lo largo de todo el día con mensajes y llamadas, lo que se acrecentó cuando ésta finalmente decidió no dar respuesta. Continuando con la cronología, al día siguiente se presentó en la Unidad Fiscal Proteccional el día 28/09/2022.
Y lo hizo portando una carpeta con la documentación que supuestamente le habían entregado en la UFI Género 1, la cual le fuera exhibida a López Bustos aduciendo que faltaba la orden para el retiro de un medicamento para el cáncer que debe suministrarle al padre de la jueza Ballesteros. Sin embargo, pudo advertirse conforme obra en las actuaciones que la orden requerida fue entregada a Ballesteros bajo constancia de firma en el acta labrada por la UFI Género 1 el 17/08/2022 a horas 15.30.
El 29/09/2022, minutos antes de ingresar a la audiencia de formalización de la investigación y solicitud de medidas de coerción en el legajo de referencia, Ballesteros junto a su abogado se presentaron por ante el mostrador de la UFI intentando presentar un escrito en formato papel, tras lo cual le informaron oportunamente que sólo se recibían por el mostrador virtual, que lo presentara por esa vía y se lo decretaría.
Ante su insistencia, como Fiscal a cargo de la unidad, López Bustos recibió en su público despacho a la jueza Ballesteros junto a su representante legal, la coordinadora de la unidad, Sylvina Ojeda Tiberi, y la Auxiliar Fiscal Daniela Briz Tomás. Conforme le informaron al fiscal las Dras. Ojeda Tiberi y Briz Tomás, en el trayecto de la UFI Proteccional a Homicidios, la jueza Ballesteros manifestó que no sabía cómo iba a reaccionar si encontraba a las imputadas de manera presencial.
Por esta razón, la Fiscalía procedió a consultar si las imputadas participarían de la audiencia en forma presencial en Tribunales o lo harían por zoom, a fin de tomar los recaudos pertinentes y resguardar a las partes. Una vez en el interior del despacho, reiteró lo dicho previamente, informó que el escrito que deseaba presentar era solicitando rol de querellante y actor civil para su padre, y dirigiéndose al fiscal, le insistía en forma vehemente que solicitaran la prisión preventiva de las imputadas.
Sin embargo, López Bustos respondió que iba a solicitar el arresto domiciliario. Ante ello, Ballesteros comenzó a increparlo en forma agresiva respecto de los motivos, y aduciendo que en “casos similares por mucho menos pedimos prisión preventiva por 45 días y que en este caso no están dados los supuestos del art 32 de la ley 24.660”, amén de decirle que: “si fuera su padre (la víctima) ya estarían presas”, volviendo a reiterar que el arresto era como darles un “chaschas en la cola” y su padre seguía postrado en una cama, que ella iba a hacer justicia y que no sabía cómo iba a reaccionar si las encontraba en la calle, para luego retirarse de manera brusca e intempestiva, a los gritos y cerrando la puerta violentamente.
No conforme con ello, a punto de comenzar la audiencia, López Bustos recibió nuevamente una serie de mensajes de Whatsapp perteneciente a Ballesteros en los que le decía “Si fuera tu viejo estaría en cana hace 1 mes ya. Esa es la verdad. No me vengas con verso a mi”. Luego, Ballesteros, visiblemente ofuscada, comenzó a manifestar en voz alta diciendo “si fuera su padre, ya estarían todos presos… “y preguntando a los presentes “…vos tenés padre?… no me pidan más preventivas uds…” señalando con el dedo al personal que la estaba atendiendo y “no quiero ver que uds me pidan medidas…no me manden más medidas…”.
A todo esto, la Dra. Lucrecia Lugones se encontraba en la sala de audiencia y no quería tener contacto en virtud de que había tenido días anteriores inconvenientes de la misma índole por vía telefónica con la Dra. Ballesteros, quien hasta el día de hoy continúa enviándole mensajes de Whatsapp en tono intimidatorio y amenazantes. Luego comenzó a preguntar por la Auxiliar Fiscal Daniela Briz Tomas, la misma se encontraba con la Dra. Lugones en la sala de audiencias, y ante su llamado salió al salón, donde fue increpada por la jueza Ballesteros, quién le dijo: “¿vos tenés papá?… te deseo, no como jueza sino como víctima de que a tu papá lo empujen, se caiga y le quiebren la cadera y que vos me vengas a pedir arresto domiciliario ¡Quiero ver que me lo pidas!…”.
Todo ello en forma violenta, agresiva, gritando y amenazando con el dedo de manera intimidatoria – teniendo en cuenta que en todo momento ella si resaltó su figura de magistrada y luego decía a la vez que era víctima. Finalmente, a viva voz manifestó que no aceptará salidas alternativas ni probation ni nada, para salir raudamente de la unidad fiscal junto a su abogado, quien llevaba los efectos personales del padre de la magistrada.
A raíz de este hecho, el personal de la unidad que se encontraba presente quedó sumamente consternado, asustado y anonadado por las malas formas, el destrato y las amenazas proferidas por Ballesteros, las cuales eran destinadas a todos los operadores de la unidad. Las circunstancias hasta aquí narradas hablan por sí solas de la extrema gravedad que reviste lo acontecido debido fundamentalmente al rol que ejerce la jueza Ballesteros en la magistratura de nuestra provincia.
Lo acontecido, afecta la objetividad, toda vez que la doctora Ballesteros no solamente intentó influenciar a López Bustos y a todo el personal de la Unidad a su cargo para que soliciten medidas de coerción más gravosas de las requeridas y/o aprehendieran a las imputadas luego de la Cámara Gesell llevada a cabo en el legajo, sino también se dirigió en tono amenazante tal como quedara acreditado.
En este sentido, cabe agregar que Ballesteros utilizó su cargo de magistrada para afirmar que no le pidan ni le manden medidas porque no iba a firmar.
Todo lo relatado en esta nota se encuentra acreditado en la recusación presentada por el fiscal Dr. Ignacio López Bustos contra la jueza María Carolina Ballesteros el 11 de octubre de 2022.
En definitiva, se trata de una jueza probablemente irrepetible a lo largo y ancho del país, pero siempre como un anti ejemplo, es decir, como máximo paradigma de lo que no debe hacerse, y más aún en la magullada justicia argentina en general, y tucumana en particular.