Cuando desde la provincia observamos las imágenes que nos muestran las pantallas de televisión porteñas sobre lo que ocurre en el AMBA, la aflicción se apodera de los corazones. Y un dejo de tranquilidad hace que muchos ciudadanos se vuelquen a las calles sin demasiado temor, como puede exhibirse en los bares todavía atiborrados de gente hasta el horario de cierre durante los fines de semana.
¿Pero estamos tan lejos de lo que ocurre en el área metropolitana de Buenos Aires? En los últimos días se pudo observar como a las autoridades locales se les escapó la tortuga, como dice Diego Maradona. El colectivo del terror, como se conoce al ómnibus que provino de Buenos Aires estaba cargado de pasajeros que tenían el mortal virus COVID-19. Y las autoridades solo atinaron a lavarse las manos, y no en el sentido literal.
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Culparon a las autoridades nacionales de haber enviado al colectivo sin haber avisado al Gobierno de Tucumán. Pero el caso tuvo reminiscencias hasta en la localidad de Monteros. La alerta llegó hasta allí y por medio de las redes sociales se anoticiaron las autoridades provinciales de que un par de mujeres asintomáticas atendían clientes que llegaban al comercio sin saber que allí estaba pululando el coronavirus.
El propio intendente, Franciso Serra debió salir a calmar a su población en medio del desconcierto y el temor de que el virus comenzara a circular de forma comunitaria en Monteros. “Los hisopados que se hicieron dieron todos negativos; estamos esperando el segundo, que seguramente se hará en la próxima semana, y luego vamos a seguir las normas de prevención para que esto siga su normal recorrido”, remarcó.
De urgencia, el gobernador Manzur se reunió con la ministra de Salud Pública, Rossana Chahla, y con el jefe municipal de Monteros para evaluar la situación epidemiológica. “Estamos redoblando los esfuerzos con el Ministerio de Salud Pública, aumentando los controles en los accesos y a personas que indefectiblemente vienen de lugares donde hay circulación viral”, dijo el mandatario tucumano ante la prensa.
En esa línea, agregó que “quiero destacar como se actuó en Monteros, el criterio sanitario que se empleó, el bloqueo de foco y de qué manera el intendente con todo su equipo ayudaron”. Sin embargo, en esta localidad no están convencidos de los dichos de Manzur, al punto de que ya se evidenció cambios en el día a día. Y es que, por temor, algunos comercios no abrieron y el pesar se apodera de la población. “Esto es lo que pasará en otros municipios y comunas, porque estamos en una pandemia y Tucumán no es una isla; vamos a tener casos. Lo importante es detectarlos a tiempo y hacer todo lo que corresponde, siguiendo los criterios sanitarios”, dijo Manzur. La pregunta es que si quiso llevar tranquilidad o alentar el temor en la sociedad tucumana. ¿Será que todo está tan bien en materia de control del coronavirus como dicen?
