Llegó el 25 de marzo, fecha donde se celebra el Día del Niño por Nacer, que apunta a promover y defender la vida desde la concepción. Cuando en la Argentina aprobaron la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (Ley 26.610), también sancionaron la Ley 27.611 de “Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia”, que busca proteger y acompañar a todas las niñas y niños, desde el nacimiento y hasta los primeros tres años de vida.
Mientras el aborto fue implementado a lo largo de todo el país, los protocolos que deberían instalarse con la ley para acompañar y asistir a la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad, no están desarrollados. Muchos legisladores siempre trabajaron y trabajan para que la Argentina promueva la vida, y en contra del aborto. Sin embargo, el Congreso votó otra cosa.
Hoy eso no se puede cambiar, pero sí se puede impulsar la reglamentación de la Ley 27.611 para que miles y miles de mujeres en todo el país que sí quieren tener a sus hijos y atraviesan situaciones delicadas, puedan tener asistencia, contención y todo el cuidado que merecen para ellas y sus bebés. El artículo 4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece algo muy claro.
“Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. Teniendo en cuenta que esta Convención es el sistema sobre el cual se basa nuestra Nación, queremos aprovechar este día para llamar la atención sobre la importancia de proteger a quienes aún no han nacido.
La correcta instrumentación de esta ley de “Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia” debería ser un tema de mayor urgencia. La opción de “elegir”, que tanto promueve el discurso feminista, está en falta al negarles este acompañamiento a las mujeres que lo necesitan. Aunque todavía nos quede mucho por transitar, este es un comienzo para garantizar la protección, asistencia y acompañamiento de los niños y niñas por nacer y de sus madres.
En un mundo en el que a menudo parece que la vida humana ha perdido su valor, el Día del Niño por Nacer es una oportunidad para recordarnos que cada vida es valiosa y merece ser protegida. Insistimos: El Estado demuestra sus falencias de cara a nuestros derechos, al no ofrecer contención para aquellas mujeres que están atravesando embarazos en situaciones de vulnerabilidad.
La implementación de la Ley 27.611/2021 debería haber sucedido hace unos dos años, y hoy debería ocupar un lugar central dentro de lo que hace a la agenda nacional. Por último, entendemos que la maternidad es una opción para millones de mujeres en la Argentina, por lo que es hora de promover de una buena vez la empatía con ellas, y garantizar sus derechos y los de la infancia.
