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Falleció Juan Luna Pastore, el cirujano que operaba gratis a personas con labio leporino sin recursos

juan luna pastore
Juan Luna Pastore.
Descacharreo

En la mañana de este martes se conoció la muerte del reconocido médico Juan Luna Pastore. “Con profundo dolor comunicamos el fallecimiento del Dr. Juan Luna Pastore. Queremos agradecer en nombre de su familia, las manifestaciones de respeto y cariño recibidos. Todo tu equipo te despide con profundo pesar, ante el vacío que deja tu partida. Gracias por todo y hasta siempre querido Juan”, publicaron desde la clínica del profesional.

Sus restos serán velados en la Empresa Flores (Pasaje Padilla y Junín) desde esta tarde y sólo por unas horas hasta que lleguen sus familiares, y será posteriormente cremado.

Negocios

Luna Pastore nació en Asunción del Paraguay, estudió medicina en su país primero, luego en la UNT y más tarde hizo su residencia en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires. De regreso, se casó con una tucumana con quien formó una familia.

La noble labor del médico de garganta, nariz y oído, especializado en cirugía estética, comenzó cuando conoció a un joven albañil con labio leporino y se ofreció para operarlo sin cobrarle nada, pero le pidió al joven que él mismo consiguiera los materiales, que valían en esos años unos 300 dólares.

El cirujano quedó pasmado cuando el albañil le dijo que tampoco tenía esa plata, por lo que la operación no podría hacerse. “Si yo me opero, mi familia no come”, fue su respuesta.
Se puso entonces a buscar una forma de resolver las dificultades de las personas sin recurso con labio leporino para acceder a una operación. La encontró en el 2000: por un lado, armó un equipo de profesionales dispuestos a trabajar sin cobrar, y por el otro, consiguió que el Ministerio de Asuntos Sociales de la provincia le facilitara el uso de una sala y un quirófano del Hospital Centro de Salud Zenón Santillán y pague los insumos de las operaciones.

SEPARA

La campaña “Por la sonrisa de un niño sin labio leporino” trató y operó (en algunos casos más de una vez) a más de 70 pacientes en un solo año. La mayoría de los pacientes eran chicos, pero también hubo adolescentes y adultos, y algunos llegaron de sitios remotos a Tucumán para sonreír sin sentirse intimidados por primera vez en su vida.

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